Se define como medicamento a la formulación que contiene uno o más principios activos, así como ingredientes inactivos, usados para prevenir, diagnosticar, tratar o aliviar los síntomas de una enfermedad o afección.
Ahora bien, los productos médicos falsificados son aquellos cuya identidad, composición o procedencia ha sido deliberadamente tergiversada, entendiéndose como la manera de producir y distribuirse con la intención de engañar al consumidor y obtener provecho económico.
Si bien los medicamentos falsificados aparentemente pueden presentarse como auténticos, estos generalmente contienen ingredientes incorrectos, pues la composición del ingrediente activo es demasiado, poca o nula, además de contener ingredientes dañinos.
Por lo anterior, en México se emiten las alertas sanitarias que son herramientas clave para proteger la salud pública, tan solo en 2024, se emitieron más de 80 alertas, mientras que en 2025 se han emitido alrededor de 30 hasta la fecha.
Es de considerar que estos medicamentos son una importante amenaza para la salud pública a escala mundial, dado que, al tener ingredientes o dosis incorrectas, pueden ser ineficaces para tratar la enfermedad o incluso resultar directamente perjudiciales para el paciente, en caso de que contengan contaminantes o sustancias tóxicas; sin dejar de lado que, también pueden representar un peligro de forma indirecta, al acrecentar el riesgo de resistencia a los antimicrobianos.
A lo anterior, se suma que los medicamentos falsificados obstaculizan la eficacia de los sistemas de salud y deterioran la confianza de los pacientes en los servicios asistenciales y de salud, las agencias gubernamentales y los fabricantes de medicamentos genuinos.
De ahí, que los productos médicos de calidad subestándar y falsificados impacten a millones de personas y desestabilicen a los sistemas de salud del mundo entero; pues están presentes en todos los países y afectan a todo tipo de productos médicos, incluidos tratamientos vitales, como pueden ser las vacunas, los antibióticos o los tratamientos oncológicos, así lo indica la Organización Mundial de la Salud.
¿Cómo reconocerlos?
Los profesionales de la salud y los consumidores deben ser conscientes de cómo podrían estar expuestos a medicamentos falsificados, por esta razón, es importante responder a las siguientes preguntas como posibles señales de alerta:
¿El medicamento o el envase tiene un aspecto diferente al que recibe normalmente?
¿Ha experimentado algún efecto secundario nuevo o inusual después de usar el medicamento?
¿Compró el medicamento en una farmacia en línea?
“En Pfizer la salud y la seguridad del paciente son fundamentales, por esto reafirmamos nuestro compromiso con el cumplimiento de altos estándares de calidad y seguridad para nuestros productos, porque detrás de cada medicamento hay una historia, una persona, una madre, un padre, un profesional de la salud, un amigo o un niño, que depende de nosotros.
“De ahí nuestro impulso por combatir la amenaza que representan los medicamentos falsificados en la salud pública mundial, ponemos en marcha acciones que involucran adoptar medidas para que sea más difícil para los delincuentes producir medicamentos falsificados; identificar a quienes participan en la fabricación y distribución de estos medicamentos para facilitar la acción preventiva y procesales correspondientes; reforzar los esfuerzos para mejorar la conciencia pública sobre los riesgos que representan los medicamentos falsificados; y trabajar de manera conjunta para evitar que los medicamentos falsificados lleguen a los pacientes, señala Ángel Melendez, vicepresidente de Integridad Global del Producto para el Programa de Seguridad del Paciente y Líder de Seguridad para la Región de las Américas de Pfizer.
Se estima que 50% de casos de venta de medicamentos en internet podría ser falsificado
Tenga en cuenta que lo que parece una farmacia en línea podría ser una fachada para un estafador o un ladrón de identidad. Los sitios web pueden usar sellos y logotipos de apariencia oficial, garantizar la satisfacción o la devolución del dinero y parecer legítimos, pero todo eso puede ser falsificado.
El Grupo de Trabajo Internacional contra la Falsificación de Productos Médicos, IMPACT por sus siglas en inglés, estima que hasta un 50% de los casos de venta de medicamentos en internet son falsificados, pues, una vez que los medicamentos falsificados entran en la cadena de suministro, ponen en peligro vidas en todo el mundo, y sin duda, esta amenaza internacional se ve agravada por el creciente mercado en línea de medicamentos falsificados.
“El acceso equitativo a los medicamentos y su suministro fiable son objetivos de la Organización Mundial de la Salud. Dentro de este marco, es necesario entender que fabricar, distribuir y vender medicamentos falsificados es un delito; estamos a la vanguardia de la lucha contra los medicamentos falsificados que ponen en peligro la vida de personas en todos los países”, enfatiza Ángel Melendez, vicepresidente de Integridad Global del Producto para el Programa de Seguridad del Paciente y Líder de Seguridad para la Región de las Américas de Pfizer.
Diez principios sobre medicamentos falsificados
La Federación Internacional de Asociaciones de Fabricantes y Productores Farmacéuticos, IFPMA, estableció “Diez Principios sobre Medicamentos Falsificados” para llamar la atención del público sobre el tema, con esto se sugieren formas de evitar que los medicamentos falsificados lleguen a los pacientes e instan a apoyar a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y su Grupo de Trabajo Internacional contra la Falsificación de Productos Médicos (IMPACT).
1. Falsificar productos es un delito
2. Los falsificadores no discriminan entre medicamentos
3. Las patentes no tienen relación con los medicamentos falsificados
4. No confunda medicamentos falsos con los de mala calidad
5. No es lo mismo un medicamento falso que uno ilegal
6. Es necesario fortalecer a los entes reguladores
7. Hay que detener el comercio de medicamentos falsificados
8. Los medicamentos falsificados son un problema que nos afecta a todos
9. Se necesita cooperación global
10. La OMS debe liderar la lucha mundial