¡AGUAS CON EL AGUA!

Todos debemos evitar fugas, derroche y consumo excesivo del líquido; la recolección de agua pluvial y la recarga de los acuíferos también son parte de la solución.

Martha Mejía
Bienestar
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El agua es fuente de vida. Todos los ecosistemas y especies vivas en el planeta la necesitan para sobrevivir. Los humanos, hoy más que nunca, la requerimos además para producir alimentos, construir ciudades, fabricar ropa e incluso para crear tecnología: nada sería posible sin agua dulce.

No obstante, la disponibilidad de este líquido para consumo humano disminuye de manera acelerada debido a una serie de factores que van desde la sobreexplotación de mantos acuíferos y su contaminación, pasando por sequías “atípicas”, hasta infraestructura deteriorada y fugas entre otras.

Afortunadamente no todo está perdido: para cada problema existe una solución o al menos varias alternativas.

Pronósticos para México

De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) las presas del Sistema Cutzamala están a 48.5% de su capacidad de almacenamiento. Se trata, de acuerdo con el propio organismo, del peor nivel del que se tiene registro, puesto que se ubica 23.2% por debajo del promedio histórico.

En teoría, durante los primeros meses del año las presas deberían tener un nivel superior a 70% para garantizar un abastecimiento seguro de agua en la época seca, que son los ocho meses sin temporada de lluvias. Pero ante los bajos niveles de las presas en el país (83 de las 210 se encuentran con menos de 50% de capacidad) aumenta la probabilidad de que este año se registre una sequía más grave que la de 2022, que afectó profundamente a la ciudad de Monterrey, en Nuevo León.

“Las presas que abastecen de agua a la Ciudad de México se encuentran actualmente a menos de 50% de su capacidad, por lo que se espera que en mayo y junio la capital del país atraviese por una sequía atípica”, apunta Eduardo Vázquez Herrera, director ejecutivo de Agua Capital.

El especialista señala que la problemática del agua es compleja porque influyen varios factores para poder llevarla al consumidor final. La sobreexplotación de mantos acuíferos y su contaminación cada vez es mayor; al igual que la perforación de pozos, que actualmente llega a mil 200 metros de profundidad.

Captación

Ante este panorama la captación de agua de lluvia resulta como un oasis en el desierto. El agua pluvial es un recurso que la humanidad siempre ha tenido a la mano. Los mayas construían chultunes, o cisternas subterráneas, para cosecharla. Pero la práctica se fue perdiendo porque resultaba más cómodo tomar agua limpia de un sistema central.

De acuerdo con Enrique Lomnitz, director general de Isla Urbana, el propósito de la captación de agua de lluvia es facilitar el acceso al servicio hídrico en viviendas entre cinco a ocho meses del año y contribuir a la no sobreexplotación del acuífero y a su recuperación al reducir la demanda.

“En lugares altamente contaminados, como la CDMX la cosecha debe hacerse de manera más tecnificada y refinada. Para empezar, el techo de la vivienda, donde cae y escurre la lluvia, debe estar limpio”, indica.

Actualmente el gobierno capitalino aplica el programa denominado Cosecha de Lluvias en Milpa Alta, Tláhuac y Tlalpan, alcaldías donde la escasez del líquido es más aguda.

Es una combinación muy sencilla, expone Lomnitz. “Con un techo limpio y un separador de aguas tienes una calidad de agua mucho más cercana a lo potable que buscamos. Ya almacenada, se le puede aplicar cloro para desinfectarla y posteriormente se puede filtrar para beber”.

Añade que en la capital de la República llueve la mitad del año. “Incluso con un tanque chico puedes ser autónomo en ese tiempo. Si empiezas a multiplicar se vuelve muy interesante. O sea, si 100 mil viviendas son autónomas seis meses al año porque captan agua, reduces a la mitad la demanda de agua de muchísimas personas”, destaca.

Recarga de acuíferos

Bajo nuestros pies se encuentra una riqueza que es mayor a la del petróleo, dice Manuel Perló Cohen, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, al referirse a los acuíferos con los que cuenta el país.

“Tenemos acuíferos extraordinarios, generosos, que han servido a toda la nación, en especial a aquellas zonas donde llueve poco, donde no hay líquido disponible en fuentes superficiales”, puntualiza.

México tiene 653 acuíferos registrados. De estos, 105 están sobreexplotados; es decir, la extracción excede a la recarga (en varios, en más de 100 por ciento).

Su principal fuente de recarga, explica Perló, “son la lluvia y la nieve que se infiltran al subsuelo cuando la superficie terrestre las absorbe”. Las aguas subterráneas se extraen por medio de bombas y pozos, aunque también hay afloramientos en manantiales.

La sobreexplotación de acuíferos genera problemas serios porque las reservas de agua se agotan: “Cada vez tenemos que bombear el recurso de profundidades mayores, con el correspondiente aumento de costos; y cuando los pozos se agotan hay que sustituirlos, es decir, construir nuevos”.

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De acuerdo con los especialistas la solución radica en aumentar la cobertura de aguas verdes y la reforestación de bosques, al tiempo de reducir el territorio de asfalto. “Cada vez hay más pequeños reservorios de agua en la zona del Ajusco; les dicen aljibes u ollas de captación. Toda la zona alrededor de la CDMX, donde queda espacio, deberíamos llenarla con estos. Todos y todas podemos hacer cosas que contribuyan a resolver el problema”, agrega al tema Lomnitz.

También, de acuerdo con Perló, es importante proteger las áreas de recarga del acuífero. “Debemos conservarlas como si fueran lugares sagrados, porque si las perdemos el agua que debería infiltrarse va a correr por el asfalto e irá a dar al drenaje”.

Una opción más, enlista el académico, es hacer la recarga artificial de acuíferos con agua tratada de calidad, como se realiza en países como Estados Unidos, Australia, Alemania e Israel.

Infraestructura

Vázquez, por su lado, señala que la infraestructura hidráulica del país tiene más de 60 años, razón por la que registran tantas fugas y su reparación implica fuertes inversiones.

“Se pierde más en fugas de lo que traemos: doce mil 600 litros de agua perdidos por segundo; es decir, prácticamente 50% del líquido”, apunta.

En este sentido, considera que uno de los mayores retos es el tratamiento de agua de manera más eficiente, en particular en la CDMX, ya que 75% del agua se expulsa.

Por su lado, Jorge Arriaga, coordinador ejecutivo de la Red del Agua de la UNAM, calcula que México requiere una inversión de alrededor de 80 mil millones de pesos anuales para poder solucionar el problema de escasez del vital líquido.

“Los recursos se destinarían a construir nueva infraestructura hídrica y al mantenimiento de las ya existentes, porque 40% del agua que ingresa a los sistemas de distribución se pierden en fugas; además es necesario reducir el volumen de agua destinado al riego e impulsar proyectos de sectorización y adopción de tecnología”, precisa.

Reportar fugas

El Sistema de Aguas (Sacmex) es el encargado de abastecer de agua a millones de hogares en la capital y de recibir reportes por fugas de agua durante las 24 horas, los 365 días del año.

El Sacmex levanta, verifica, analiza y trabaja en conjunto con todas las alcaldías para atender estas fallas. Para reportar una fuga de agua en la capital existen varias opciones: llamar al Sacmex al número telefónico 555654-3210 o por sus redes sociales como Twitter (@sacmexCDMX); o a Locatel al número 555658-1111 o al chat de su página en línea.

También se puede hacer a través de su Sistema Unificado de Atención Ciudadana (SUAC), donde además de reportar una fuga de agua se pueden atender otras solicitudes de servicios, quejas, denuncias o solicitar alguna información.

Por cualquiera de los medios que se usen para realizar el reporte es indispensable proporcionar la dirección del lugar lo más detallada posible, es decir, el nombre de la calle o avenida, vialidades cercanas o que hagan esquina, la colonia, el código postal y la alcaldía.

La persona que reporte la fuga de agua también deberá mencionar su nombre y número telefónico o correo electrónico; el primero si se hace mediante una llamada y el segundo en caso de hacerlo vía internet.

Todos podemos hacer algo

De acuerdo con datos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) nuestro país se encuentra en el quinto lugar de las naciones que más agua usan, siendo la zona del Valle de México la que más líquido desperdicia.

Si bien es cierto que se necesitan políticas e iniciativas gubernamentales para poder hacer frente a la problemática, de manera individual también es posible reducir las cantidades de uso del líquido, además de reutilizar toda la que sea posible a lo largo del día. La idea es aprovechar al máximo el agua potable. Aquí algunos consejos para cuidarla.

Ducharse Las duchas de cinco minutos consumen 50 litros de agua, mientras que para un baño promedio son necesarios mínimo 200 litros. Por ello es imprescindible, para ahorrar agua, que prioricemos el ducharse respecto del bañarse.

Cierra la llave Lavarse los dientes y las manos es algo que hacemos varias veces al día. Para evitar un excesivo consumo de agua es importante usar un vaso de enjuague y cerrar la llave mientras enjabonamos las manos. De esta forma se puede ahorrar hasta 90% del agua empleada en el aseo personal. Sustituir este tipo de actos inconscientes es una manera sencilla de cuidar el agua, que además no requiere de mayor esfuerzo.

“La infraestructura hidráulica del país tiene más de 60 años”.

Lavadora con carga completa Muchas veces, por las prisas o por necesitar una prenda concreta, las personas pueden acabar poniendo una lavadora con muy poca ropa. Es mejor intentar encontrar cómo sustituir esa prenda y solo poner lavadoras o lavavajillas con cargas completas, aprovechando al máximo su capacidad. Además, es importante lavar con agua fría, porque de este modo se favorece el cuidado del agua y se ahorra energía.

Inodoro Si se coloca una botella llena de arena en la caja del baño, se ahorrará litro y medio de agua cada vez que se tire de la cadena. Es una pequeña acción que permite asegurar que se contribuye al cuidado del agua.

Reciclar Poner un cubo debajo de la ducha hasta que deje de salir agua fría. Después reutilizar el agua, por ejemplo, para regar las plantas. En general evitar el despilfarro de agua, controlar su consumo o su reutilización es clave para garantizar su cuidado. Sin embargo, no contaminarla también resulta esencial.

Tecnología al servicio del agua

La tecnología también puede ayudar a cuidar el consumo de agua. Actualmente algunas Apps y dispositivos ahorradores pueden ayudar a reducir o contabilizar el consumo de agua potable. También sirven para educar tanto a adultos como a niños sobre la importancia que tiene este recurso en la vida.

DuchApp Esta aplicación está destinada a ayudar a disminuir los tiempos en la ducha, puesto que cuenta con canciones de tres minutos y medio para escuchar mientras se toma el baño. En promedio, una ducha de cinco minutos equivale a un uso de 100 litros de agua, por lo que aproximadamente se gastan 20 litros de agua por cada minuto en la ducha.

H2o Tracker Ideal para educar a los menores de una manera divertida, ya que el cuestionario con preguntas sobre cómo ahorrar agua incentiva a que quieran ganar puntos al responder de manera correcta. Enseñar a los niños la importancia del agua desde temprana edad ayuda a que mejoren sus hábitos de consumo y ahorro de este recurso.

Aqualert Esta App calcula el consumo diario de agua que el cuerpo necesita, según su rutina. Además, puede establecer alarmas que recuerden que se debe beber agua.

Existen también algunos dispositivos electrónicos para cuidar el agua.

Tank Cava Estas duchas ecológicas filtran el agua que se utiliza en la regadera, para posteriormente llenar el tanque del retrete. Esto permite ahorrar hasta 40% del consumo de agua en el baño.

Regaderas economizadoras Estas regaderas de mezcla de aire y agua ayudan a tener la sensación de un chorro de agua constante. El agua que sale de estas regaderas está formada por una serie de gotas formadas por burbujas de aire recubiertas por una capa de agua, lo que genera un ahorro de hasta 30% de agua durante la ducha.

Lavabo ecológico ahorrador Estos lavamanos se encuentran en la parte superior de los excusados, por lo que el agua que utilizas al lavarte las manos se deposita en el tanque del retrete.

Filtro economizador Funciona para cualquier tipo de grifo. Colocar este filtro disminuye el flujo de agua, por lo que el consumo se reduce.

Todos estos consejos y recomendaciones para el cuidado del agua y del medio ambiente están en línea con las recomendaciones de la ONU para mantener el agua como fuente de vida.

Porque sin agua el planeta no podrá sobrevivir… y no tendremos futuro.