Cómo la IA puede ayudar al medio ambiente pese a su alto consumo energético

Desde edificios más eficientes hasta redes de transporte menos contaminantes, las aplicaciones son más diversas

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Foto: AP
Bienestar
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Ciudad de México, 22 de octubre de 2025 — El rápido avance de la inteligencia artificial (IA) ha despertado preocupación por su enorme consumo de energía y agua. Sin embargo, expertos aseguran que la misma tecnología que amenaza con elevar las emisiones globales también podría convertirse en una aliada para combatir el cambio climático.

De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía (AIE), los centros de datos que alimentan los sistemas de IA representaron en 2024 alrededor del 1.5% del consumo mundial de electricidad, y se prevé que esa cifra más que se duplique para 2030. El aumento podría derivar en un mayor uso de combustibles fósiles como el carbón y el gas, responsables del calentamiento global y del aumento del nivel del mar.

Aun así, científicos y empresas tecnológicas experimentan con el uso de la IA para optimizar el consumo energético y reducir emisiones contaminantes. Desde edificios más eficientes hasta redes de transporte menos contaminantes, las aplicaciones son cada vez más diversas.

“Soy bastante optimista de que, aunque el uso de la IA seguirá aumentando, nuestra capacidad de procesamiento será mucho más eficiente”, dijo Alexis Abramson, decana de la Escuela de Clima de la Universidad de Columbia. “Como resultado, el consumo de energía no crecerá tanto como algunos predicen”.

Edificios más inteligentes

La empresa de automatización 75F utiliza IA para ajustar de manera automática la iluminación, ventilación, calefacción y refrigeración de los edificios, con base en datos meteorológicos y de consumo eléctrico. Según especialistas, estas automatizaciones pueden reducir el gasto energético entre 10% y 30%.

“Este es, literalmente, un fruto muy fácil de alcanzar”, afirmó Zoltan Nagy, profesor de la Universidad Tecnológica de Eindhoven.

Carga eficiente de vehículos eléctricos

La IA también puede programar la carga de autos eléctricos y dispositivos electrónicos en horarios donde la energía es más barata y limpia, como durante la noche. En California, un programa piloto de este tipo permitió ahorrar dinero a los usuarios al aprovechar los momentos de mayor disponibilidad de energía renovable.

Menos metano en la industria petrolera

La compañía Geminus AI, con sede en Boston, desarrolla modelos de aprendizaje profundo para reducir la quema de metano en operaciones de petróleo y gas. Este gas es responsable de cerca del 30% del calentamiento global actual, según la ONU.

Su sistema analiza en segundos la presión en las redes de pozos y tuberías y sugiere ajustes que eliminan la necesidad de liberar o quemar gas, un proceso que a los ingenieros suele tomarles más de un día.

Exploración geotérmica con IA

En el sector energético, la startup Zanskar, de Salt Lake City, usa inteligencia artificial para detectar puntos de actividad geotérmica antes desapercibidos. Con sus modelos, la empresa ha logrado reactivar una planta de energía en Nuevo México y encontrar un nuevo reservorio geotérmico en Nevada.

“La IA se está convirtiendo en la solución a su propio problema energético”, comentó Carl Hoiland, director general de Zanskar. “Nos muestra una forma de desbloquear recursos que antes eran imposibles”.

Tráfico más fluido y menos emisiones

Google también aplica IA para reducir la contaminación urbana. Su Proyecto Green Light, que ya opera en 20 ciudades de cuatro continentes, analiza los patrones de tráfico y recomienda ajustes en los semáforos. Los resultados muestran una reducción de hasta 30% en el tráfico de arranque y frenado, lo que disminuye las emisiones de vehículos en 10% y mejora la calidad del aire.

“Apenas estamos rascando la superficie de lo que la IA puede hacer”, afirmó Juliet Rothenberg, directora de producto de IA para Tierra y resiliencia de Google.

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