Ciudad de México, 3 de septiembre de 2025. En México, la incidencia del prolapso de la válvula mitral (PVM) del corazón no está completamente definida, pero se estima que es menor al 2% en la población general. Aunque el prolapso de la válvula mitral suele considerarse una afección leve y benigna, algunos pacientes pueden desarrollar complicaciones graves como arritmias potencialmente mortales o incluso muerte súbita.
Para entender por qué sucede esto y cómo detectarlo a tiempo, el Hospital Houston Methodist ha iniciado un estudio financiado por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH), con una subvención de 8.7 millones de dólares a 5 años.
El prolapso de la válvula mitral se produce cuando una de las válvulas cardíacas está “flácida” y, como resultado, puede no cerrarse correctamente. En muchos casos no representa un riesgo mayor, pero en ciertos pacientes puede provocar filtraciones de sangre o alterar el ritmo cardiaco. “Hemos visto que en algunos casos existe una cicatriz microscópica en el músculo del corazón, y esa puede ser la causa de las arritmias”, señala el Dr. Dipan Shah, jefe de la División de Imagen Cardiovascular del hospital y líder del estudio.
“Queremos identificar a ese pequeño grupo de personas que, a pesar de tener una condición común, podrían estar en riesgo de consecuencias devastadoras”, añade el experto.
Este proyecto surge en parte por un caso que conmocionó a Estados Unidos: Carol Barr, esposa de un congresista, murió repentinamente a los 39 años. Tenía prolapso mitral y ningún otro problema de salud aparente. Su historia llevó a la aprobación del “Carol Act”, que asignó fondos para investigar esta afección.
Predicción del riesgo
La investigación busca desarrollar un modelo de predicción de riesgo que permita anticipar qué pacientes están más expuestos a desarrollar arritmias graves. Para ello, el equipo está utilizando tecnologías avanzadas como la resonancia magnética cardíaca, capaz de detectar esas cicatrices invisibles, y biomarcadores en sangre, con el objetivo de que, en el futuro, un simple análisis pueda alertar sobre el riesgo.
“La resonancia no está disponible en todos los hospitales, pero una prueba de sangre podría aplicarse en cualquier clínica. Queremos que este modelo esté al alcance de todos, incluso en comunidades pequeñas”, afirma el especialista.
Aunque el prolapso puede presentarse tanto en hombres como en mujeres, los estudios preliminares sugieren que las arritmias más severas podrían ser más frecuentes en mujeres. También se han registrado casos en niños, aunque los riesgos en esa población aún no están del todo definidos.
Los síntomas que pueden generar preocupación sobre esta afección incluyen palpitaciones, sensación de latidos cardíacos irregulares o dificultad para respirar. Un ecocardiograma suele ser el primer paso para diagnosticar el prolapso de la válvula mitral y, en algunos casos, se complementa con la monitorización del ritmo cardíaco y una resonancia magnética cardíaca.
“Nuestro objetivo es claro: todas las personas con prolapso de la válvula mitral con riesgo de muerte súbita deben ser identificadas. Si podemos predecir a tiempo, podemos prevenir”, concluye el experto del Hospital Metodista de Houston.
Por ello, es fundamental no ignorar señales como palpitaciones frecuentes, cansancio sin causa aparente o dificultad para respirar. Ante cualquier síntoma inusual, lo más recomendable es consultar a un cardiólogo. Detectar a tiempo puede marcar la diferencia.