La campaña Adopta un Axolote (ADOPTAXOLOT) 2024-2025 avanza en la protección del emblemático anfibio mexicano por medio de la comercialización de productos con la etiqueta chinampera, símbolo de prácticas sustentables que combinan producción agrícola con conservación ambiental. Esta iniciativa es encabezada por el Laboratorio de Restauración Ecológica (LRE) del Instituto de Biología de la UNAM, en colaboración con instituciones públicas, privadas y pequeños productores de Xochimilco.
Gracias al impulso de esta estrategia, espacios como Tienda UNAM, el Claustro de Sor Juana, el restaurante El Cardenal y Numu Market fueron reconocidos con el galardón Aliado Chinampero por su compromiso con el comercio justo y la protección del hábitat del axolote.
Durante la ceremonia de entrega, realizada en el Jardín Botánico de la UNAM, la directora del Instituto de Biología, Susana Magallón Puebla, destacó que el modelo chinampa-refugio representa una alternativa eficaz para preservar esta especie endémica de los canales de Xochimilco, al tiempo que dignifica el trabajo agrícola tradicional. “La etiqueta refleja el esfuerzo colectivo y el compromiso ambiental de diferentes sectores de la sociedad”, subrayó.
Luis Zambrano González, titular del LRE, remarcó que el proyecto busca crear una comunidad activa de conservación, integrada por chinamperos, restauranteros, académicos y ciudadanos comprometidos. “No resolveremos la crisis ambiental global sin modificar nuestras rutinas”, advirtió.
Hasta ahora, la campaña ha alcanzado a personas en más de 60 países. De las 2 mil 800 donaciones registradas en esta edición, 20 % provinieron de México y el resto del extranjero, principalmente de Estados Unidos, donde el axolote ha ganado popularidad gracias a videojuegos como Minecraft. Este fenómeno ha despertado el interés de niños y jóvenes por conocer y proteger su entorno.
Los fondos recaudados permitirán el mantenimiento de colonias de axolotes, la creación de nuevas chinampas-refugio y la conclusión del censo 2024 de esta especie. Como expresó Juan de Dios González Razo, de Tienda UNAM, “la etiqueta chinampera no resuelve por sí sola el problema, pero lo visibiliza y canaliza el apoyo hacia quienes cuidan este ecosistema vital”.
