DIAGNÓSTICO CON BIOMARCADORES Y TERAPIA PERSONALIZADA PARA CÁNCER DE PULMÓN

“Dolor de cabeza y huesos, fatiga, pérdida de peso y apetito”.

Cáncer de pulmón
Bienestar
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Es posible que la alta letalidad de esta neoplasia sea producto de que gran parte de los casos se detectan en etapas avanzadas, lo que a su vez se debe a que los síntomas de la enfermedad suelen manifestarse hasta que el cáncer avanza.

El principal factor de riesgo para el desarrollo de cáncer de pulmón es ser fumador o de manera pasiva estar expuesto al humo del cigarro, pero existen otros factores, como la exposición a la contaminación ambiental, al humo de leña (braseros, hornos, parrillas), a la radioterapia, al gas radón, a carcinógenos y también cuentan los antecedentes familiares de cáncer.

Se trata de una de las enfermedades de mayor incidencia en el mundo y que causan mayor número de fallecimientos: de acuerdo con la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2022 se registraron más de 2.48 millones de nuevos casos y más de 1.8 millones de decesos en el planeta.

En México el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reporta que durante 2023 ocurrieron seis mil 317 defunciones por cáncer de pulmón, con una tasa de mortalidad de 4.86 por cada 100 mil personas mayores de 15 años.

Es posible que la alta letalidad del cáncer de pulmón sea producto de que gran parte de los casos se detectan en etapas avanzadas, lo que a su vez se debe a que los síntomas de la enfermedad suelen manifestarse hasta que el cáncer ha avanzado y comienzan a surgir signos como tos persistente, dolor en el pecho, tos con sangre, ronquera, falta de aire y sibilancias.

Una vez que el cáncer de pulmón se extiende a otras partes del cuerpo las personas pueden sentir dolor de cabeza y huesos, fatiga, pérdida de peso y apetito e hinchazón en la cara o el cuello.

“Es fundamental que las personas que se saben con factores de riesgo vigilen su estado de salud y consulten a un médico para realizarse una exploración física, radiografía de tórax, tomografía o resonancia magnética que permita obtener un diagnóstico oportuno”, recomienda el doctor Max Saráchaga, director médico de Amgen México.

Clases

El cáncer de pulmón se divide en dos principales tipos: cáncer de pulmón de células pequeñas (CPCP) y cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP), que crecen de manera distinta y requieren tratamientos diferentes.

El CPCP es menos frecuente, ya que representa cerca de 15% de diagnósticos a nivel mundial, pero es biológicamente más agresivo. Se presenta en personas que han fumado en exceso durante muchos años y en México el pronóstico es desfavorable, con una tasa de supervivencia relativa a cinco años de 5% para aquellos que viven con CPCP invasivo.

El CPCNP o no microcítico incluye todos los tipos de cáncer epitelial de pulmón, excepto el CPCP, y se manifiesta en tipos como carcinoma de células escamosas, carcinoma de células grandes y adenocarcinoma, entre otros tipos menos frecuentes.

Aunque el CPCNP se relaciona con el hábito de fumar, es posible que se presenten adenocarcinomas en pacientes que nunca fumaron.

Opciones terapéuticas

En etapas tempranas el CPCNP puede tratarse mediante una cirugía para retirar los tumores y aumentar la expectativa de vida en cinco años. Sin embargo, existe un grupo de pacientes que no deben operarse, ya sea por comorbilidad o porque rechazan la intervención.

Resulta importante considerar que ningún paciente debe catalogarse como inoperable mientras no se realice una valoración completa por un cirujano torácico que cuidadosamente vigile la función cardiopulmonar.

Otro tratamiento en etapas tempranas del CPCNP es la radioterapia, que ha logrado tasas de supervivencia hasta de 40% a tres años y de 13% a cinco años. En etapas IIIA y IIIB la quimioterapia posoperatoria agregada a la radioterapia se traduce en una disminución de 10 a 20% en el riesgo de muerte, además de que tiene un beneficio absoluto en la supervivencia global a tres años de 5.7 por ciento.

“Los planes médicos de tratamiento para pacientes con cáncer de pulmón pueden incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia, inmunoterapia y/o terapia blanco, lo importante es que el médico tratante pueda ejercer la medicina personalizada y el uso de biomarcadores para encontrar un tratamiento adecuado al paciente, en virtud de la diversidad de circunstancias que presenta este tipo de cáncer”, añade Saráchaga.

La medicina personalizada tiene como objetivo crear planes de tratamiento individualizados para cada paciente y esta estrategia suele partir de una prueba de biomarcadores, que son moléculas biológicas en la sangre, fluidos o tejido que pueden informar sobre el funcionamiento anormal o normal de las células, la evolución de un tumor y ayudan a predecir la posible respuesta del tumor ante un plan de tratamiento específico o la falta de respuesta de este.

Cada tumor es diferente en su composición genética y el cáncer de pulmón puede presentar una gran variedad de biomarcadores, entre los que se encuentran los de la familia RAS, que son los oncogenes mutados más frecuentes en cánceres humanos. Dentro de esta familia, la variante más prevalente y especialmente frecuente en los tumores sólidos es una mutación específica denominada KRAS G12C, presente en 13% de los cánceres de pulmón de células no pequeñas.

Los principales retos del cáncer de pulmón en el país incluyen un diagnóstico tardío —ya que más de 70% de los casos se detecta en etapas avanzadas—, la falta de acceso equitativo a servicios de salud de calidad, la disponibilidad limitada de equipos médicos y especialistas en áreas fuera de las grandes ciudades, y la falta de programas de detección temprana como los que existen para otros cánceres, concluye Mayra Galindo, presidenta de la Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer (AMLCC).

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