Disautonomía, trastorno que afecta funciones vitales del cuerpo

Entre el 60 y 80% de las personas con Parkinson presentan algún grado de disautonomía

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Ciudad de México, 22 de octubre de 2025.La disautonomía es una afección del sistema nervioso autónomo, responsable de regular funciones automáticas del cuerpo como la presión arterial, el ritmo cardíaco, la temperatura y la digestión. Cuando este sistema falla, se producen síntomas que van desde la fatiga y los mareos hasta problemas digestivos y urinarios.

De acuerdo con estimaciones médicas, en México alrededor de 500 mil personas entre 45 y 60 años viven con enfermedad de Parkinson, y la mayoría de ellas desarrolla algún grado de disautonomía durante su evolución.

“La disautonomía es extremadamente común. Aunque las cifras varían según los estudios, se calcula que entre el 60% y el 80% de los pacientes con Parkinson presentan disfunción autonómica. Es la regla, no la excepción. Por eso es fundamental que los médicos de todas las especialidades la consideren para un diagnóstico y manejo integral”, explicó la doctora Rosalía Zerón, neuróloga con Alta Especialidad en Parkinson y Trastornos del Movimiento.

Una enfermedad silenciosa que deteriora la calidad de vida
Los síntomas más comunes incluyen hipotensión ortostática (baja de presión al ponerse de pie), alteraciones del sueño, estreñimiento crónico, pérdida del olfato y, en etapas más avanzadas, desmayos, problemas urinarios y sudoración anormal.

“Muchos pacientes no identifican que están teniendo fallas en el sistema nervioso autónomo. Se quejan de mareos o visión borrosa al levantarse, sin saber que son signos de disautonomía”, detallo la especialista.

Estos síntomas, aunque no motores, impactan profundamente en la calidad de vida. La doctora Zerón subraya que “la hipotensión ortostática limita severamente la movilidad y aumenta el riesgo de caídas y fracturas; los problemas urinarios y el estreñimiento crónico reducen la calidad de vida y pueden provocar aislamiento social”.

La detección temprana puede cambiar el pronóstico
Identificar la disautonomía a tiempo permite iniciar tratamientos farmacológicos y no farmacológicos —como el aumento en la ingesta de líquidos y sal, o el uso de medias de compresión— que previenen complicaciones y mejoran la calidad de vida.

“Educar al paciente es clave. Comprender que el mareo al levantarse es un síntoma tratable del Parkinson permite evitar caídas y mantener la independencia por más tiempo”, afirmó la doctora Zerón.

Romper mitos y ampliar la investigación
La especialista también enfatiza que la disautonomía no se limita a la hipotensión ortostática.

“Es un síndrome complejo que puede incluir problemas digestivos, sexuales, del sueño y térmicos. Otro error frecuente es atribuir estos síntomas a los efectos secundarios de los medicamentos, cuando en realidad forman parte de la enfermedad misma”, señaló.

Asimismo, destacó la importancia de visibilizar el tema por dos razones:
Diagnóstico diferencial: enfermedades como la Atrofia de Múltiples Sistemas (AMS) tienen un pronóstico diferente al Parkinson, y la disautonomía marcada es una de sus características clave.

Avance en la investigación: comprender mejor los síntomas no motores permite enfocar recursos hacia áreas históricamente subatendidas.

Innovación terapéutica: apomorfina como opción de rescate
En las etapas avanzadas del Parkinson, la apomorfina (Dacepton®) se ha consolidado como una herramienta eficaz para manejar los episodios “OFF”, es decir, aquellos momentos en que la medicación oral deja de funcionar.

“La apomorfina es un agonista dopaminérgico potente y de acción rápida que se administra por vía subcutánea. Actúa en minutos, ofreciendo un rescate rápido en situaciones de inmovilidad. Además, su uso continuo mediante bomba puede reducir la dependencia de múltiples dosis orales, estabilizando tanto los síntomas motores como los no motores”, explicó la doctora Zerón.

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