Aun cuando en nuestra nación se estima que hay más de dos mil especies de abejas productoras de miel, problemas como el cambio de uso de suelo y el empleo indiscriminado de insecticidas han minado su presencia, expresa en entrevista el investigador del Instituto de Biología (IB), Ismael Alejandro Hinojosa Díaz.
El especialista en insectos detalla: de acuerdo con cifras de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura aproximadamente 40% de las especies de polinizadores invertebrados se encuentra en peligro de desaparecer debido a presiones ambientales, producto de la actividad humana.
Casi 90% de las plantas con flor dependen de los polinizadores, así como 75% de los cultivos más importantes del mundo que proporcionan frutas, hortalizas, frutos secos y semillas para consumo humano, apunta el universitario.
Según el Mapa mundial de abejas, elaborado en la Universidad de Singapour sobre los registros de estos insectos, se estima que podría haber alrededor de 25 mil especies en el orbe; de ellas, en nuestro país se tiene más o menos 10% de esa riqueza, es decir, dos mil 46 registradas.
Hinojosa Díaz enfatiza: Las disminuciones de poblaciones, inclusive de la abeja de la miel, tiene que ver con el cambio del uso de suelo de las zonas naturales donde antes vivían. Por ejemplo cuando un bosque nuboso lo transforman en un huerto inmenso de producción de aguacate, en el cual aplican agroquímicos que ponen en riesgo a los polinizadores. Esto afecta a las especies nativas y a las productoras del endulzante.
Estos insectos, abunda, tienen diversos aspectos: hay de colores metálicos, verdes, morados, rojas, negras, totalmente amarillas, peludas, sin pelo, de tres milímetros a cuatro centímetros, la mayoría ni siquiera vive en colonias con reinas y obreras, sino solas y no tienen aguijón.
Según la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, la miel producida por especies endémicas, como las que no poseen aguijón (Melipona beecheii), es mejor cotizada en el mercado internacional que la producida por la europea, lo cual beneficia a apicultores de la península de Yucatán, Puebla, San Luis Potosí, Veracruz, Guerrero, Tabasco, Oaxaca, Michoacán y Chiapas.
El doctor en entomología destaca que se debe entender que aún en las ciudades se puede ayudar en su conservación, por ejemplo cuidando plantas como las campanillas, romero, salvia y flores de cultivos como pepino, calabaza o coliflor.
Para preservarlas hay que aprender sobre estos insectos y su papel en los ecosistemas, conocer que hay muchos tipos y colocar plantas nativas en los jardines de casas o departamentos, sugiere.