La rehabilitación ya no se basa únicamente en ejercicios físicos convencionales: hoy, tecnologías como sensores, plataformas interactivas y dispositivos robóticos permiten guiar el movimiento, dar retroalimentación en tiempo real y adaptar los tratamientos al progreso de cada paciente.
Esta evolución está haciendo que el proceso de rehabilitación sea más preciso, personalizado y efectivo. De acuerdo con los últimos datos del INEGI y la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID), en México, 8.9 millones de personas viven con algún tipo de discapacidad, lo que representa el 6.8% de la población.
“La rehabilitación debe ser reconocida como un elemento esencial dentro del cuidado de la salud, y para lograrlo, es necesario transformar la forma en que la valoramos y aplicamos. Incorporar tecnologías como la robótica, la realidad virtual y los sensores en clínicas y hospitales permite ofrecer tratamientos más rápidos y con altos porcentajes de éxito”, menciona Alejandra Quintana, Directora de CEREBRO.
¿Qué tecnologías están utilizando?
Por ejemplo, clínicas como CEREBRO, han incorporado estas innovaciones tecnológicas que están transformando los métodos tradicionales, haciendo que sus tratamientos sean más efectivos, personalizados y motivadores. Entre las principales tecnologías que existen para la rehabilitación destacan:
- Robótica y biónica : Exoesqueletos y dispositivos para la rehabilitación de miembros superiores e inferiores que asisten el movimiento del paciente, guiándolo con precisión. Ayudan a repetir patrones correctos y acelerar la recuperación motora.
- Plataformas de equilibrio: Evalúan y entrenan la postura y el equilibrio con datos precisos. Se usan para prevenir caídas y mejorar la estabilidad funcional.
- Sensores: Monitorean variables como movimiento, frecuencia cardíaca, nivel de actividad, tiempos, distancia, fuerza, velocidad, entre otros.
- Sistemas de suspensión parcial de peso: Reducen el peso corporal durante la marcha, facilitando el movimiento sin dolor ni sobrecarga, especialmente en fases tempranas de rehabilitación.
- Experiencias interactivas e Inmersivas: Entornos que estimulan los sentidos y fomentan la participación activa, aumentando la motivación y el compromiso del paciente.
¿Por qué la tecnología mejora la fisioterapia?
Según la clínica, estas herramientas permiten medir con precisión el progreso, adaptar ejercicios en tiempo real y mantener al paciente activo durante todo el proceso. La interacción continua con dispositivos que ofrecen retroalimentación inmediata, fortalece las conexiones neuromusculares, estimulando la neuroplasticidad y acelerando el reaprendizaje del movimiento.
” El paciente deja de ser un receptor pasivo para convertirse en un participante activo en su recuperación, interactuando continuamente con dispositivos que brindan retroalimentación inmediata. Este intercambio dinámico estimula la neuroplasticidad y acelera el reaprendizaje motor, crucial para recuperar la funcionalidad perdida ”, explica el Dr. Arturo Pichardo, médico cirujano especialista en rehabilitación.
Esto resulta especialmente beneficioso en casos de accidente cerebrovascular, lesión medular, Parkinson, enfermedades neuromusculares o pérdida de movilidad por inmovilidad prolongada.
Desafíos en la integración de tecnología en la fisioterapia
Aprovechar al máximo las tecnologías en rehabilitación requiere que los profesionales mantengan una formación constante para dominar su uso clínico y así diseñar tratamientos efectivos y personalizados. Además, la protección de los datos personales es fundamental, por lo que es imprescindible obtener consentimiento informado y cumplir con las normativas de privacidad vigentes.
“Actualmente, muchas clínicas no cuentan con estos equipos especializados, lo que limita el acceso a terapias tecnológicas avanzadas. El uso combinado de tecnologías avanzadas y terapias funcionales guiadas por especialistas potencia la recuperación motora y la independencia del paciente, mejorando su calidad de vida ”, señala Alejandra Quintana.
Sumado a esto, la brecha digital afecta a pacientes sin acceso a dispositivos o conectividad adecuada, por lo que es fundamental desarrollar estrategias que aseguren una atención continua, accesible y de calidad para todos.