FÁRMACOS O CIRUGÍA MEJORAN LA VIDA DE PERSONAS CON EPILEPSIA

“Optimizan la eficacia terapéutica para pacientes pediátricos”.

Lorena Ríos
Bienestar
EPILEPSIA

Daño cerebral o traumatismo durante el parto, síndromes o condiciones genéticas, infección o tumor en el cerebro, lesión grave en la cabeza o ataque cerebrovascular, entre las causas de epilepsia.

La epilepsia es una enfermedad cerebral crónica que se caracteriza por convulsiones recurrentes como consecuencia de una descarga eléctrica excesiva en las neuronas. Estas convulsiones son episodios breves de contracciones musculares que pueden afectar solo una parte del cuerpo o la totalidad de este.

Sus síntomas pueden variar: algunas personas pierden el conocimiento; otras permanecen con la mirada fija por varios segundos; y algunas más mueven repetidamente los brazos o las piernas, entre otras manifestaciones.

En el mundo se estima que afecta a 50 millones de personas, de las que dos millones se encuentran en México.

Hay más de 20 tipos diferentes de medicamentos anticonvulsivos disponibles, acordes a las necesidades del paciente. Además, cirugías dirigidas de mínima invasión y el uso de dispositivos que estimulan el cerebro, medidas que brindan una mejor calidad de vida.

“La epilepsia es una enfermedad neurológica no contagiosa y primera causa de atención en la consulta externa del instituto. No distingue raza, estrato social, sexo biológico ni edad. El problema va más allá de las crisis epilépticas, ya que en la edad adulta alrededor de 50% de las personas que la padecen experimenta estigma social; y del total, entre 30 y 40% presenta ansiedad o depresión por las afectaciones en los diversos aspectos de la vida”, explica el doctor Ángel Antonio Arauz Góngora, director del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez (INNNMVS).

El especialista resalta que el tratamiento es totalmente gratuito en el instituto y con la cirugía de epilepsia dos de cada tres pacientes operados adecuadamente no volverán a experimentar una crisis el resto de su vida.

“Se trata de una cirugía de estimulador de nervio vago, a través de la cual se regula la actividad cerebral y se controlan las crisis convulsivas”, precisa.

De los pacientes atendidos, en 70% de los casos es posible controlar las crisis con un fármaco; y 30% que no responde a medicamentos puede ser tratado con cirugía.

El control de la enfermedad permite incluso a las mujeres que lo desean embarazarse y llevar todo el proceso de gestación en buenas condiciones, dice Arauz.

Detalla el neurólogo que la cirugía de estimulador de nervio vago consiste en implantar un aparato compuesto por generador, cable y electrodos. Después de la colocación, hasta 60% de pacientes con epilepsia farmacorresistente obtiene mejoría significativa y su efectividad aumenta conforme pasa el tiempo. Por lo general, los pacientes perciben el beneficio a los dos o tres meses.

El director del INNNMVS indica que el tratamiento integral es gratuito para los pacientes; el equipo tiene un costo de alrededor de 700 mil pesos, que cubre la Secretaría de Salud.

Las personas candidatas a este tratamiento deben tener 18 años o más y ser evaluadas por un neurólogo especialista en epilepsia. Posteriormente se les realiza una valoración preanestésica en consulta externa y una vez programada para cirugía ingresa a hospitalización un día antes del procedimiento, que realiza un neurocirujano con entrenamiento especial en Cirugía de Epilepsia.

Arauz indica que además de la atención médica el INNNMVS imparte de forma gratuita cursos para comunidad médica e información para pacientes. Las personas interesadas pueden consultar en epilepsiamexico.gob.mx.

Farmacovigilancia

El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) implementa a su vez en el Hospital Regional General Ignacio Zaragoza un sistema de farmacovigilancia para los medicamentos antiepilépticos más usados en la consulta externa de neuropediatría.

Juan de Dios Victoria Zúñiga, el subdirector médico del nosocomio, señala en el marco del Día Internacional de la Epilepsia, que se conmemora el segundo lunes de febrero, que el propósito es brindar tratamientos más seguros y eficaces para el mejor control de crisis epilépticas en infantes y adolescentes, lo que disminuye riesgos de toxicidad y efectos secundarios indeseables.

La neuróloga pediatra de esta unidad médica de tercer nivel y encargada del sistema, Gabriela Arenas Ornelas, recalca: “Nuestra principal motivación como equipo de salud fue implementar un método que mejore la calidad de vida de infantes derechohabientes con epilepsia, lograr mayor adherencia al tratamiento y reducir las hospitalizaciones por riesgo de convulsiones. Adicionalmente, mejorar la farmacoeconomía (menos gastos y efectos secundarios adversos). De ahí la relevancia de continuar vigilando el uso de estas medicinas en nuestros afiliados”.

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Con el uso crónico de medicamentos antiepilépticos puede haber consecuencias indeseables, como excesiva somnolencia o dificultad para dormir; algunos pacientes pueden presentar vómito, exceso de hambre, caída de cabello, entre otros, explica la especialista.

En este protocolo “buscamos alcanzar metas de seguridad en enfermos que toman los dos fármacos antiepilépticos de mayor uso en la consulta externa de neuropediatría, que son el valproato de magnesio y levetiracetam”, agrega.

La responsable de la Unidad de Farmacovigilancia y Tecnovigilancia de este nosocomio, Esther Ortega López, informa en tanto que el protocolo fue desarrollado por esta área en coordinación con el Servicio de Neuropediatría y cuenta con la participación de madres y padres de los pacientes.

“Mediante una herramienta digital de notificación de reacciones adversas, mamás o papás llenan un formulario y nos ayudan a identificar si su hija o hijo presenta una o más de ellas y con qué frecuencia. Con esta información el equipo clasifica, cuantifica y hace un análisis de causa-efecto y se reportan los resultados a los médicos especialistas para que hagan una intervención específica y personalizada de ajuste en personas que lo ameritan”, puntualiza.

Añade que el impacto de la intervención es lograr una buena medicación, disminuir incidencias no deseables y, sobre todo, mejorar la eficacia terapéutica para que derechohabientes pediátricos que viven con esta enfermedad tengan un mejor control del padecimiento.

Este sistema de farmacovigilancia participó con el proyecto Implementación de una herramienta digital de notificación de reacciones adversas a medicamentos (RAM) para la participación del cuidador en el tratamiento de niñas y niños con epilepsia, que distinguió al hospital con el segundo lugar en el Concurso de Cartel Científico sobre Farmacovigilancia y Tecnovigilancia 2023, organizado por la Agencia de Protección Sanitaria del Gobierno de la Ciudad de México.

Hasta el momento más de 60% del personal ha sido capacitado en la materia. Se han establecido mecanismos mediante un código QR accesible a usuarios y equipo de salud para reportar reacciones adversas y solicitar atención de la Unidad de Farmacovigilancia y Tecnovigilancia hospitalaria.