En México, por cáncer de próstata mueren 7 mil hombres al año, siendo esta la primera causa de cáncer y muerte oncológica en nuestro País, de acuerdo con datos del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
De acuerdo con especialistas el tamizaje anual mediante pruebas de antígeno prostático, pueden hacer la diferencia entre una detección temprana y tratamiento adecuado o el deceso por causa de esta neoplasia maligna, por lo que romper tabúes y estigmas es el camino para que los hombres eviten enfrentar este mal.
Respecto a este tema, la Dra. Eleni Efsathiou, oncóloga genitourinaria del Hospital Houston Methodist explicó que, “el agrandamiento de la próstata les sucede a casi todos los hombres después de los 50 años, pero no tiene nada que ver con el cáncer. El cáncer generalmente surge en una parte diferente de la próstata; se sabe que el 75% de los cánceres de próstata provienen de una parte que no aumenta de tamaño, entonces, solo alrededor del 20% provienen del área que se agranda y otro 5% provienen de una tercera área que está más cerca de la uretra, llamada zona central.”
Por lo tanto, “es importante desmitificar el hecho de que el agrandamiento de la próstata esté asociado con el cáncer de próstata. Además, este tipo de cáncer es multicausal, y generalmente, se presenta en la zona periférica, que es la parte externa de la próstata, por lo que muchas veces es asintomático.”
Respecto a la detección oportuna, la especialista en oncología del Hospital Houston Methodist, explicó que, “durante años y años, hemos tratado de encontrar una forma de proteger a los hombres de un diagnóstico tardío. Se ha tenido mucho éxito en la prevención de muchos casos de cáncer de mama, y esperamos poder hacer lo mismo con el cáncer de próstata. Sin embargo, debido a la ubicación de la próstata, nuevamente, es muy difícil tener acceso a exploraciones preventivas con anticipación.”
Durante años, se consideró al tacto rectal como una de las pruebas más útiles para la detección del cáncer de próstata, siendo esta práctica motivo de resistencia para que muchos hombres acudieran a realizársela. Con respecto a este tipo de detección, la Dra. Efsathiou aseguró que, “el examen rectal digital es un enfoque antiguo, es un tipo de estudio muy fácil que se hace en la clínica, sin embargo, si durante el tacto sentimos algo, esto significa que el riesgo de cáncer de próstata es ya muy alto. Por eso, si tomamos en cuenta que los objetivos actuales es detectarlo en etapas muy tempranas, esta práctica del tacto rectal queda entonces completamente en desuso, siendo lo ideal que un hombre que haya alcanzado la edad de 50 años, se realice una prueba de antígeno prostático específico (PSA por sus siglas en inglés) sobre todo si tiene antecedentes de cáncer no solo de próstata, sino también cáncer de mama o cáncer de ovario en su familia, ya que sabemos que hay genética involucrada en la génesis del cáncer de próstata que incrementa el riesgo.”
“La PSA sigue siendo la mejor opción, y si en esta prueba observamos un incremento que no está dentro de lo normal, digamos que de 0.5 pasa a 1.5 en un año, entonces por supuesto que el médico debe realizar un examen rectal digital, pero si éste sale negativo no es sinónimo de que no hay cáncer, significa que no hay cáncer que haya crecido hasta llegar al borde de la próstata, así que es momento de llevar a cabo una resonancia magnética de la próstata o una ecografía.”
Para concluir la especialista del Hospital Houston Methodist externó que lo idóneo es prevenir el cáncer de próstata, sin embargo, “si esto no es posible, se debe detectar a tiempo para evitar que evolucione a una forma agresiva. La razón por la que ocurre el cáncer de próstata es multivariada, una de ellas es la genética, los antecedentes familiares, pero estamos notando en el mundo occidental que, aunque el padre de un hombre padeciera cáncer de próstata cuando tenía 80 años, ahora el hombre tiene cáncer de próstata más joven, a la edad de 60 años.”
Entonces, “obviamente, el entorno juega un papel importante, así como la respuesta inmune y todo esto está conectado. Al final del día, se trata de tener un estilo de vida saludable para que podamos minimizar el riesgo de contraer un cáncer de próstata de riesgo intermedio o alto.”