En el panorama de la salud femenina, existen condiciones que afectan la calidad de vida de millones de mujeres en todo el mundo. Entre estas, la congestión pélvica y los miomas uterinos, dos problemas de salud que merecen atención y comprensión más amplia. Una de cada cinco mujeres puede tener miomas durante sus años de fertilidad. La mitad de todas las mujeres tiene miomas hacia los 50 años.
Cuando las venas de la pelvis (la mitad inferior del abdomen) dejan de funcionar bien, es posible que se acumule sangre dentro de ellas. Esta acumulación de sangre puede hacer que las venas crezcan anormalmente grandes y de forma irregular, provocando dolor o malestar pélvico crónico.
“Los leiomiomas, o fibromas uterinos como se les conoce comúnmente, se observan principalmente en mujeres en edad reproductiva. Sin embargo, pueden pasar desapercibidos en la mayoría de las mujeres y aproximadamente el 25% de las mujeres muestran síntomas clínicos.” Explicó el Dr. Carlos Gutiérrez, director médico de Boston Scientific México.
“Los fibromas son una carga global que afecta al 80% de las mujeres premenopáusicas, muchos de ellos son asintomáticos y no requieren tratamiento, sin embargo, pueden causar una variedad de síntomas incómodos y problemáticos en algunas mujeres”, indicó.
Los síntomas de los miomas pueden incluir períodos menstruales abundantes o prolongados, presión o dolor pélvico, dolor de espalda y piernas, presentar estreñimiento, dificultad para vaciar la vejiga, necesidad de orinar a menudo, periodos menstruales que duran más de una semana[iv].
Además, este tipo de fibromas uterinos desempeñan un papel drástico en diversos aspectos de la salud reproductiva, pues causan aproximadamente entre el 5% y el 10% de los casos de infertilidad[v].
De acuerdo con especialistas, el tratamiento para estas condiciones puede variar según la gravedad de los síntomas y los deseos reproductivos de la paciente y pudieran incluir terapias mínimamente invasivas como la embolización de miomas, un procedimiento sin cirugía, que busca interrumpir el riego sanguíneo en cierta parte del cuerpo. De esta manera, se paraliza el abastecimiento sanguíneo, logrando que el mioma disminuya de tamaño.
La salud femenina es un tema complejo y multifacético; condiciones como la congestión pélvica y los miomas uterinos son solo dos ejemplos de los desafíos que muchas mujeres enfrentan a lo largo de sus vidas. En su compromiso por ofrecer tratamientos de mínima invasión, Boston Scientific sigue innovando para acercar tratamientos efectivos que mejoren la vida de los pacientes en éstas y muchas otras enfermedades que aquejan a la población.
Con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, las mujeres pueden manejar de forma adecuada estas condiciones y disfrutar de una mejor calidad de vida.