NIDOS DE LLUVIA, UNA SOLUCIÓN ANTE LA CRISIS DE AGUA

“El proyecto brinda autonomía y sustentabilidad a largo plazo”.

nudos de agua.
Martha Mejía
Bienestar
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El Centro de Salud El Salto atiende al mes a casi mil 200 personas que acuden en busca de auxilio a esta clínica de primer nivel en la que se tratan desde embarazos hasta enfermedades respiratorias.

“También tenemos consulta dental, pacientes hipertensos, diabéticos o con obesidad mórbida. Contamos con especialistas como sicólogos, nutriólogos y gerontólogos. La clínica da servicio a gran parte de la comunidad”, dice a Vértigo Aldo Francisco Álvarez Fraustro, coordinador de área del Centro de Salud.

No obstante, El Salto, como muchos otros municipios del país, enfrenta una constante problemática: un crecimiento continuo de la población que provoca, entre otras cosas, una alta demanda de agua.

“Tenemos desabasto. Aquí la principal fuente son los pozos. Cada vez hay que escarbar más profundo para poder conseguir el suministro del líquido. Esto dificulta nuestra labor, ya que en un hospital se requiere bastante agua para tener la mayor higiene posible. De ahí que con la captación de agua de lluvia será mucho más fácil garantizar el servicio: vamos a tener un aproximado de seis a ocho meses de agua continua de una calidad impecable”, indica.

Alianzas

La captación de agua a la que se refiere Álvarez es la que se logrará mediante el proyecto Nidos de Lluvia, que surgió de la alianza entre la organización Isla Urbana, la iniciativa privada —en conjunto con el gobierno del estado— y la comunidad.

“En particular este programa nos ha permitido hacer visible cómo podemos trabajar en equipo y cómo se van construyendo los cambios. Muchas veces aguardamos por ese gran proyecto que venga a cambiar el mundo, pero creo que con Nido de Lluvia hemos ido poco a poco, pero a paso firme, generando alianzas muy fuertes”, señala Patricia Martínez, directora del Instituto de Planeación y Gestión de Desarrollo del Área Metropolitana de Guadalajara.

De acuerdo con datos del INEGI la ciudad de El Salto tiene alrededor de 27 mil 876 habitantes. En el censo de 2020 había un total de diez mil 677 viviendas; de estas, siete mil 814 disponían de un sanitario y siete mil 833 contaban con servicio de drenaje.

“El gobierno del estado ya tenía identificados ciertos puntos estratégicos con alta densidad de población que coincidían con un tema de falta de acceso al agua. Entonces revisamos todos esos puntos junto con ellos y nos hizo mucho sentido que la inversión del proyecto se diera en un centro de salud por tener este mayor impacto. Aproximadamente mil 200 personas se verán beneficiadas al mes, entre ellas pacientes y hasta los propios colaboradores de la clínica”, explica Gerardo Soria, gerente de Relaciones Institucionales Región Occidente de Heineken México.

En este sentido, Patricia Martínez agrega: “Que hoy podamos estar con Isla Urbana, que lleva doce años impulsando la instalación de esta solución, que también tenga la iniciativa privada la sensibilidad para involucrarse y financiar 100% este proyecto en la clínica y que el resultado esté aquí, tangible, nos demuestra que estas acciones valen la pena y tienen impacto real en la población”.

Apunta que el proyecto fue premiado en la Cumbre Mundial de Alcaldes de C40. “El premio que le dieron fue por parte de C40 Cities Bloomberg Philanthropies en el contexto de la Cumbre Mundial de Alcaldes que se llevó a cabo hace un par de meses. El reconocimiento entró en una categoría que se llama Unidos Construyendo la Resiliencia. Premiaron diez acciones de todo el mundo que contribuyen a medidas de mitigación y de adaptación al cambio climático. Y Nidos de Lluvia fue valorado como una propuesta ganadora porque es una medida de adaptación a la crisis climática, pero no solamente como una solución con base en la naturaleza, sino como toda una oportunidad que ofrece de construir comunidad y por los beneficios que esto genera cuando hablamos de temas como resiliencia climática”.

Indica que los seres humanos “necesitamos adaptarnos a los efectos del cambio climático; esto nos lleva a pensar que requerimos un sistema de captación de agua pluvial y eso ayudaría a solucionarlo; pero el hecho de compartir el agua con más personas también te lleva a emprender una nueva relación con el líquido, en aspectos como la manera de cuidarlo, cómo ahorrar y reciclar, qué tanto desperdicias, darte cuenta de tus consumos. Esto también educa sobre resiliencia y adaptación, dos conceptos muy importantes ahora”.

De acuerdo con el estudio Futura escasez de agua en las zonas urbanas a nivel mundial y posibles soluciones, publicado recientemente en la revista científica Nature, para 2050 por lo menos 20 de las principales megaciudades del mundo enfrentarán una severa escasez de agua.

El principal factor, de acuerdo con la investigación, es el crecimiento de la población, que provocará una alta demanda del líquido. En este sentido advierte que “la población urbana mundial que enfrenta escasez de agua es de dos mil 400 millones de personas actualmente y aumentará entre mil 693 y dos mil 373 mil millones de personas (casi un tercio de la mitad de la población urbana mundial) para 2050”.

Al respecto, la directora del Instituto de Planeación y Gestión de Desarrollo del Área Metropolitana de Guadalajara dice que “independientemente del gobierno que esté o el que venga, ahora somos más las personas involucradas en este proyecto, las cuales seguirán impulsando y auditando este tipo de estrategias; esto nos permite tener hoy un mejor presente y seguramente alcanzar un mejor futuro”.

Cómo funciona

El funcionamiento del sistema consiste en la conexión del techo del domicilio para canalizar el agua pluvial hacia un almacenaje y mediante una serie de componentes limpiar ese líquido para obtener una fuente de abastecimiento de buena calidad y potable.

“Este sistema puede captar hasta 150 mil litros, equivalentes a 15 pipas. Además, este lugar puede vivir al menos seis meses solamente con agua de la lluvia”, explica Ana Paula Mejorada, directora de Escuelas de Lluvia en Isla Urbana.

Añade que el personal del Centro de Salud ha recibido diversas capacitaciones para su buen funcionamiento. “Una de ellas es la limpieza del techo, que se debe realizar una vez al mes; otra tiene que ver con los “tlaloques” o separadores de las primeras lluvias: este “tlaloque” hay que vaciarlo y volverlo a cerrar, podemos reutilizar esa agua para riego. También tiene un filtro de hojas que es una malla de acero inoxidable que no deja pasar ninguna hoja o sedimento grande; ese hay que limpiarlo una vez a la semana. Y luego tenemos también las pastillas de cloro de cierta cantidad, dependiendo del almacenamiento del agua”, indica.

El sistema, agrega, cuenta además con un filtro de 50 micras que no deja pasar ni la mitad del grosor de un cabello. “Algo increíble es que toda la instalación puede durar hasta 50 años si se le da el mantenimiento y el cuidado correctos con una inversión mínima; es decir, el Nido de Lluvia nos da autonomía y sustentabilidad a largo plazo”, finaliza.

En lo que va del programa se han visto beneficiados cuatro mil 550 hogares y 16 mil 380 personas.

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