¿Otra noche sin dormir? Más del 45% de los mexicanos padecen insomnio

Sufrirlo de manera crónica y no atenderlo tiene consecuencias importantes, aumentando el riesgo de padecer enfermedades como diabetes

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Ciudad de México, a 15 de septiembre de 2025. ¿Un día más en que das vueltas en la cama, pero sigues sin poder dormir? No eres el único, pues según datos de la UNAM, más del 45% de los adultos en México padecen insomnio, un trastorno del sueño que no solo afecta la salud física, sino también la mental, emocional y la calidad de vida a largo plazo.

“Poco se habla de ello, pero el insomnio es un problema mayor que afecta principalmente a las mujeres mayores de 60 años. Sufrirlo de manera crónica y no atenderlo tiene consecuencias importantes, aumentando el riesgo de padecer enfermedades como diabetes, problemas cardiovasculares o en el cerebro”, comentó Hugo Palafox, científico experto en metabolismo humano y vicepresidente de Ciencia en Immunotec.

De acuerdo con el especialista, los trastornos del sueño son multicausales y entre los factores más comunes en México se encuentran las jornadas laborales intensas, el uso excesivo de pantallas, hábitos pocos sanos para el cuerpo como horarios irregulares para descansar y también como consecuencia de temas hormonales u otras enfermedades crónicas.

“La falta de sueño no solo nos hace sentir cansados, sino que además puede deteriorar la memoria, las capacidades cognitivas, incrementar la irritabilidad y debilitar al sistema inmunológico, haciendo que seamos más vulnerables a virus o bacterias en el entorno”, mencionó Palafox.

El insomnio es un padecimiento que requiere la atención de un especialista si se vive de forma crónica, sin embargo, existen algunas recomendaciones que pueden ayudar a mejorar los hábitos de sueño y tener un mejor descanso, tales como:

No más pantallas antes de dormir: La luz azul emitida por teléfonos, tabletas y computadoras reduce la producción de melatonina, hormona esencial para inducir el sueño. Es recomendable apagar o alejar todos los dispositivos al menos una hora antes de dormir para permitir al cerebro descansar del exceso de estímulos; en su lugar, se puede usar este tiempo extra en actividades relajantes como leer o meditar para incentivar un descanso profundo.

Implementa nuevas herramientas: Cuando el insomnio está pasando factura en tu estado de ánimo y energía, es importante buscar nuevas herramientas. Una de ellas son los suplementos que ayudan a equilibrar el sistema nervioso y relajar el cuerpo, tal como el recientemente lanzado Zenity, el cual combina el glicinato de magnesio con péptidos de proteína de leche, los cuales pueden mejorar la relajación profunda y la calidad del sueño y contribuye al equilibrio del organismo permitiendo al cuerpo relajarse, recuperar energía para ayudar a enfrentar las rutinas cada vez más exigentes en el día a día.

Tener horarios es clave: ¿Has escuchado hablar sobre el reloj biológico? Se trata del “despertador natural” que nos hace levantarnos a determinadas horas y resulta clave para enseñar al cuerpo a levantarse y acostarse todos los días a la misma hora, pues estos horarios tan delimitados le indican al cerebro cuáles son los momentos de dormir y cuáles son aquellos en que necesita despertar. Implementando un sistema de horarios más estricto es posible tener más control sobre las horas de descanso.

Lo que comes importa más de lo que crees: Lo escuchamos todo el tiempo, sin embargo, tiene tanto impacto que no puede quedar fuera. Lo que se consume en la tarde y noche interfiere directamente con la calidad del sueño que se tiene al dormir. Para evitar tener una mala noche, procura eliminar las cenas abundantes, comida con mucha grasa, exceso de azúcares, cafeína o alcohol, pues este tipo de alimentos pueden causar un malestar digestivo o estimular el sistema nervioso, generando un episodio no deseado de insomnio.

Practica ejercicios de respiración: El estrés, tráfico, problemas personales, con amigos o en el trabajo pueden crear el escenario perfecto para no descansar, por lo que es importante aprender a relajar el cuerpo y eliminar la tensión acumulada durante el día. Ejercicios como la respiración profunda, la meditación o estiramientos antes de dormir ayudan a relajar los músculos y disminuir la frecuencia cardiaca. Evita hacer ejercicio intenso antes de acostarte y opta por una rutina de relajación que te permita soltar las presiones del día.

“El insomnio es una de las problemáticas más comunes y menos habladas en pleno 2025. En un contexto donde casi la mitad de los adultos en México lo padecen, es indispensable incentivar la educación sobre la higiene del sueño, la adopción de hábitos saludables y la implementación de rutinas, alimentos y suplementos que impulsen una mayor salud para el descanso y para el sistema inmunológico en general”, finalizó el especialista.

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