Según la Organización Mundial de la Salud se producen 390 millones de infecciones cada año en el mundo, mientras en el territorio nacional 73% de los casos corresponde a cinco estados.
El dengue es una enfermedad viral febril transmitida por la picadura de un mosquito hembra del género aedes aegypti que esté infectado con alguno de los cuatro serotipos del virus y aunque la población de todas las edades está en riesgo de contraerlo las personas de más de 60 años, menores de cinco y embarazadas tienen mayor riesgo de complicarse.
México es el segundo país de Latinoamérica con mayor número de casos, con aproximadamente 2.5 millones, solo por detrás de Brasil que acumula 24 millones. Casi 73% de los casos en el territorio nacional en 2023 corresponden a cinco estados: Quintana Roo, Veracruz, Yucatán, Puebla y Morelos.
En los últimos 25 años se reportó una expansión global del dengue facilitada por la urbanización mal planeada en países tropicales, la falta de medidas de control efectivas del vector y la globalización.
Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se producen 390 millones de infecciones por dengue cada año en el mundo, de los que 96 millones se manifiestan clínicamente y provocan más de 25 mil fallecimientos y 500 mil hospitalizaciones.
Sus síntomas incluyen fiebre alta, dolor de cabeza, malestar muscular y en las articulaciones, así como erupción cutánea. En casos graves puede causar hemorragias y si no se detecta oportunamente y se trata adecuadamente puede ser mortal.
El director general del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece), Ruy López Ridaura, encabezó la primera reunión del Sistema de Gestión de Incidentes en Salud Pública por Dengue (SGI-SP Dengue) 2023 como parte de los esfuerzos para reducir la incidencia de enfermedades virales transmitidas por mosquitos como dengue, zika, chikungunya y paludismo.
El funcionario destacó que para disminuir la incidencia y mejorar el diagnóstico y el tratamiento de estos padecimientos es necesario impulsar un enfoque que dentro de una robusta coordinación interinstitucional y entre los distintos órdenes de gobierno incorpore cuatro elementos fundamentales: atención médica, prevención y control, inteligencia epidemiológica y comunicación de riesgos.
Resaltó además la importancia de avanzar en lo que se conoce como acción vectorial y que consiste en los esfuerzos emprendidos por las autoridades de salud para eliminar los focos de generación de mosquitos a través de campañas constantes de fumigación y descacharrización.
De igual forma, el director general de Promoción de la Salud, Ricardo Cortés Alcalá, detalló que se promoverá una campaña de comunicación de riesgos para la prevención de enfermedades transmitidas por vector, con el objetivo de promover entre la población la adopción de medidas preventivas para eliminar criaderos, reducir el riesgo de picaduras de mosquitos y solicitar atención médica cuando sea necesario.
Las medidas de prevención se enfocan en el fortalecimiento de los mecanismos de monitoreo y vigilancia con base en eventos de dengue, zika y chikungunya, la generación de conciencia entre la población y la capacitación constante del personal médico a nivel federal y estatal.
Saneamiento básico
Ante la temporada de lluvias, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) llamó a la población a reforzar las medidas de saneamiento básico, el autocuidado y la percepción del riesgo para prevenir el dengue.
La División de Promoción a la Salud del IMSS exhortó a retomar medidas de prevención como limpiar patios y azoteas, desyerbar, recolectar y eliminar cacharros, tapar los recipientes que contengan agua, usar repelentes y ropa de color claro que cubra brazos y piernas, a fin de evitar picaduras de mosquitos.
El dengue es un padecimiento frecuente en Campeche, Colima, Chiapas, Guerrero, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán, y actualmente el registro de lluvias favorece los criaderos de mosquitos.
Se convierte en un problema grave cuando la persona que tiene el cuadro clínico presenta, además, dolor abdominal, vómito persistente y alteraciones del estado mental; también puede haber sangrado de mucosas (epistaxis, gingivorragia), por lo que se recomienda a las personas que presenten estos síntomas y vivan en una zona de transmisión de dengue acudir a urgencias o al servicio de admisión continua más cercano para atención y revisión médica oportuna.
El IMSS hizo un llamado a todos los derechohabientes y ciudadanos a trabajar de manera coordinada para disminuir los índices larvarios y el número de mosquitos transmisores de dengue; retomar acciones de saneamiento básico; así como solicitar atención oportuna, evitar automedicarse y estar atentos del cuadro clínico, sobre todo en niños, adultos mayores o mujeres embarazadas.
Vacunación
En la actualidad existe una vacuna segura y eficaz contra el dengue disponible en el área privada para su aplicación. Esta vacuna es de virus vivos atenuados y contiene virus quiméricos. Para esto se utiliza el virus 17D de la vacuna de la fiebre amarilla, al que se le insertan genes del virus del dengue.
Se necesitan tres dosis administradas a seis meses de diferencia para estar completamente protegidos, principalmente los niños de nueve años en adelante y personas que no superen los 45, además que ya hayan tenido un cuadro de dengue y vivan en zonas endémicas.
La vacunación contra dengue es la medida de prevención primaria fundamental para prevenir las formas graves de la enfermedad, hospitalizaciones y muerte por esta patología.