Ciudad de México, 16 de septiembre de 2025. Cada año, la sepsis causa la muerte de aproximadamente seis millones de personas en el mundo. Esta condición se presenta cuando el cuerpo genera una respuesta inmunológica desregulada ante una infección, lo que puede desencadenar un daño generalizado en los órganos y hasta la muerte, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Los recién nacidos –especialmente, los prematuros–, personas mayores, individuos inmunocomprometidos y embarazadas presentan un mayor riesgo de desarrollar sepsis. Es importante destacar que los síntomas de esta enfermedad no son causados directamente por los microorganismos infecciosos (bacterias u otros), sino por sustancias químicas que el propio cuerpo libera al intentar combatir la infección, los cuales pueden desencadenar una respuesta inflamatoria grave.
Los órganos más frecuentemente implicados como sitio de origen de una infección que derive en sepsis, pueden ser:
● La piel (como en casos de celulitis).
● Los pulmones (como neumonía bacteriana).
● Los huesos (especialmente, en población pediátrica).
● El hígado o vesícula biliar.
● El intestino (generalmente, una peritonitis).
● El cerebro o su revestimiento (meningitis).
● Los riñones (infección de las vías urinarias, pielonefritis o urosepsis).
La sepsis debe tratarse con la mayor rapidez posible en cuanto sea identificada. Su abordaje clínico incluye una serie de medidas entre las que se encuentran la administración rápida de antibióticos y de líquidos intravenosos, bajo supervisión médica. Es importante destacar que el riesgo de muerte se incrementa hasta un 8% por cada hora que transcurre sin atención médica adecuada.
Dependiendo del foco de la infección, será la elección del antibiótico que recete el médico. Existen antibióticos de amplio espectro (funcionan contra un gran número de bacterias) que se pueden aplicar por vía intravenosa, siempre bajo indicación médica, por lo que su administración es rápida y eficaz en el sistema circulatorio.
Sin embargo, el organismo también necesita líquidos adicionales para ayudar a evitar que la presión arterial disminuya a niveles peligrosamente bajos y que esto pueda causar un choque septicémico. Asegurarse que el paciente aporte de líquidos en cantidades adecuadas ayuda al correcto funcionamiento de los órganos reduciendo así daños causados por la sepsis.
Choque séptico
En los casos de choque séptico, los pacientes pueden presentar síntomas inespecíficos como fatiga y debilidad, que dificultan el diagnóstico oportuno. Esto contrasta con síntomas más claros como fiebre, tos con flemas o dolor al orinar, que suelen orientar con mayor facilidad hacia una infección.
La presencia de síntomas poco específicos puede retrasar la atención médica adecuada, incluida la administración oportuna de antibióticos, lo cual incrementa significativamente el riesgo de mortalidad.
Un choque séptico puede ocurrir secundario a la infección por gran cantidad de bacterias. Es importante destacar que la sepsis se presenta de forma más frecuente en personas de edad avanzada o muy jóvenes y en individuos con sistemas inmunológicos comprometidos.
Algunos factores de riesgo asociados al desarrollo de choque séptico son:
● Diabetes.
● Trasplante de órganos o médula ósea
● Tratamientos recientes con quimioterapia
● Uso reciente o actual de cualquier tipo de esteroides
● Cirugía o procedimiento médico reciente
● Padecer leucemia o linfoma
● Uso prolongado de antibióticos
● Infección reciente
● Enfermedades que debilitan el sistema inmunitario
Medidas que pueden ayudar a prevenir una sepsis
La prevención de infecciones es una forma eficaz de evitar la sepsis y reducir la carga de la enfermedad. Esto se puede lograr evitando el contacto con personas que cursen enfermedades infectocontagiosas y aplicando otras prácticas como:
Vacunación
Las vacunas le enseñan al cuerpo cómo defenderse cuando microorganismos (bacterias o virus) ingresan en este. Refuerzan el sistema inmune, reducen el riesgo de infecciones e inclusive, la gravedad de estas. Es importante recibir las vacunas recomendadas, de acuerdo con el esquema del país.
Cuidado de las heridas
Las cortadas, heridas y perforaciones en la piel, incluyendo las incisiones quirúrgicas, pueden permitir la entrada de bacterias y producir una infección. Por eso, las heridas deben limpiarse lo antes posible y mantenerse limpias hasta su curación.
Lavado de manos
Es una tarea sencilla, que se hace varias veces al día, pero para que sea eficaz, debe hacerse con mayor frecuencia de la usual.
Para Pfizer, la sepsis es una amenaza seria que puede ocurrirle a cualquier persona, sin importar su condición médica. Lamentablemente, continúa siendo una de las principales causas de muerte a nivel mundial.
Conocer sus síntomas y buscar atención médica oportuna es fundamental para combatir esta peligrosa afección.

