Tips para afrontar las fiestas navideñas sin tu mascota

El cariño que se construyó no desaparece con su partida. Aprendamos a recordar sin que duela tanto

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Ciudad de México, 11 de diciembre de 2025. Estas fiestas decembrinas no serán iguales para muchas familias. La ausencia de una mascota deja un silencio profundo y costumbres que ya no sucederán. Para transitar este momento, Bye Bye Friend, el primer Santuario Funerario para Mascotas, acompaña a quienes enfrentan la ausencia de ese compañero, invitando a honrar su memoria. 

Las celebraciones de fin de año son la oportunidad de estar en familia. Para aquellos que perdieron recientemente a su mascota, puede convertirse en un momento de profunda nostalgia. La ausencia de ruido en el pasillo donde antes se escuchaban patitas, el espacio donde solían descansar o la tradición de abrir regalos con ellos, se siente diferente. Sin embargo, el amor que se construyó prevalece. No se trata de olvidar, sino de aprender a recordar sin que duela tanto. 

Ana Febles, psicóloga y tanatóloga especialista en duelo animal explica que “pese al dolor, recordar es también la forma más poderosa de permanecer. Las mascotas forman vínculos reales con nosotros, y despedirlas duele. Reconocerlo no es debilidad, es humanidad. Por ello, en compañía de nuestras familias podemos crear pequeñas ceremonias que ayuden a dar sentido a la ausencia. Encender una vela, poner una foto cerca del árbol o escribir una carta, son actos sencillos que nos permiten agradecer. No buscamos revivir el dolor, sino honrar su compañía”.

Recordar es el puente más noble entre el dolor y la gratitud. La memoria es una forma de amor, y para ello podemos realizar diferentes acciones que nos permitan honrar su vida, como colocar su collar en un sitio especial o contar anécdotas en familia.

Para honrar su amor incondicional, Bye Bye Friend integró la experiencia del Último Viaje de la mano de tanatólogos especializados para ayudar a cerrar la conexión emocional con ellos. A través de la Carta del Corazón que se deposita en el Árbol de los Guardianes.  

“Desde la tanatología se sabe que prepararse ayuda a disminuir el dolor posterior. En el caso de las mascotas, no es diferente. Planear su despedida también es un acto de amor. Hacerlo con anticipación reduce la angustia y la urgencia. Ocuparnos de este tema de manera anticipada no es frialdad, es responsabilidad y amor” destaca Ana Febles. 

Esta temporada decembrina, suele destacar lo que nos falta: un sonido, un olor, un paseo. Para muchos tutores, es la primera temporada sin compañía en la mañana del 25 de diciembre y el inicio del año nuevo.

Ante ello es importante reconocer que el amor continúa de otras formas: manteniendo viva su memoria, reconociendo su impacto positivo en nuestras vidas y en la calma de haberlo cuidado hasta el final. Una mascota no muere cuando deja de respirar, muere cuando dejamos de recordarla, por eso, su huella es para siempre.

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