La obesidad es uno de los mayores retos para la salud pública. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta enfermedad alcanza proporciones epidémicas a nivel mundial, ya que más de 650 millones de personas viven con esta condición y cada año mueren, como mínimo, 2.8 millones de personas por esta causa.
En México, 75.2% de los adultos mayores de 20 años vive con sobrepeso y obesidad, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2018. Por ello, los especialistas coinciden en que la atención integral del paciente cobra una gran importancia en la actualidad, ante la preocupante susceptibilidad que tienen para desarrollar casos más severos y con mayor duración de Covid-19.
En la Mesa de Diálogo para Periodistas “Retos para la atención de la obesidad e implicaciones ante Covid-19”, que se llevó a cabo en el marco de la Segunda Reunión de Clínicas de Obesidad, organizada por Novo Nordisk, especialistas hablaron sobre los desafíos que enfrentan para la atención de esta enfermedad crónica hoy en día.
“Al iniciar la pandemia tuvimos una disminución de pacientes de forma importante. Para el mes de agosto y hasta hoy, hemos aumentado el número de pacientes. Sin embargo, el balance general tenemos un 20 por ciento menos pacientes que en 2019", indicó Fernando Pérez Galaz, miembro titular del Colegio Mexicano de Cirugía para la Obesidad y Enfermedades Metabólicas.
Pérez Galaz indicó que “al inicio de la pandemia los pacientes sentían que era más peligroso ir al hospital y a la clínica que asistir a cualquier otro lugar, por lo que decidimos darles seguimiento vía telemedicina. Conforme fuimos aprendiendo del virus y de las medidas de prevención de infecciones, comenzamos a revisar pacientes de forma presencial.”
Además de ser causa del desarrollo de cuadros severos de Covid-19 en algunos pacientes, la obesidad es el principal factor de riesgo modificable para el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), la mortalidad prematura y el costo social de la salud, además de reducir la calidad de vida. La función de las clínicas de obesidad es precisamente evitar que se generen complicaciones y comorbilidades de esta enfermedad, como diabetes, apnea obstructiva del sueño, hígado graso, problemas cardiovasculares, osteoartritis y algunos tipos de cáncer.
“Afortunadamente, en el último año se incrementó la percepción de la obesidad como enfermedad. Los pacientes y sus familiares se han vuelto más conscientes respecto al peso como un factor de riesgo para la salud y para la infección por Covid-19. Esto ha generado que busquen tratamientos formales en clínicas especializadas para el tratamiento de la obesidad, donde se les hace un diagnóstico protocolizado y se les brinda tratamiento médico, quirúrgico, psicológico, nutricional y actividad física, de acuerdo con sus necesidades individuales y a través de un equipo multidisciplinario”, indicó Pérez Galaz.
ACTION IO, acciones para derribar barreras
Asimismo, expertos dieron a conocer los resultados del estudio ACTION IO en México (por sus siglas en inglés Awareness, Care, and Treatment In Obesity maNagement – an International Observation) es el más importante en su tipo sobre las barreras en el manejo de la obesidad desde la perspectiva de las personas que viven con esta condición y los profesionales del cuidado de la salud.
A pesar de la urgente necesidad de que los pacientes con obesidad reciban tratamiento integral individualizado y oportuno, aún existen barreras para el manejo de esta condición. Y este estudio hace énfasis en la brecha que existe entre las percepciones de las personas con obesidad y los médicos tratantes que podrían impactar en la atención general.
Verónica Vázquez Velázquez, sicóloga clínica adscrita a la Clínica de Obesidad y Trastornos de la Conducta Alimentaria del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, presentó los resultados en México del estudio ACTION IO, el más importante de su clase a nivel internacional en la identificación de las percepciones, conductas y obstáculos para alcanzar un tratamiento eficaz de la obesidad, que existen en médicos y personas con obesidad.
“El estudio hizo una encuesta a 14 mil 502 personas con obesidad y dos mil 785 profesionales del cuidado de la salud en 11 países: Australia, Chile, Israel, Italia, Japón, México, Arabia Saudita, España, Corea del Sur, Emiratos Árabes Unidos y Reino Unido. Entre ellos, dos mil personas con obesidad y 400 profesionales de la salud eran de México”, informó Vázquez Velázquez.
Entre los hallazgos de ACTION-IO en México sobresale que:
· El 71% de las personas con obesidad y el 94% de los profesionales de la salud reconocieron que la obesidad es una enfermedad crónica.
· Sin embargo, del 67% de las personas con obesidad que discutieron sobre su peso con un profesional de la salud en los últimos cinco años, el 72% de los pacientes recibieron diagnóstico de obesidad, mientras que el 28% no lo recibió.
· Al 80% de las personas con obesidad les gusta que el profesional de la salud hable sobre su peso en las consultas.
· La principal razón por la que los profesionales de la salud no discuten el peso es porque piensan que las personas con obesidad no están interesadas en perder peso (76%) ni se sienten motivadas. Sin embargo, ante el mismo cuestionamiento, solo el 4% de las personas con obesidad mencionó no estar interesado ni motivado (22%).
· Las dos principales razones por las que las personas con obesidad no abordan el tema de su peso con su médico es porque creen tener la responsabilidad (45%) y no contar con los medios económicos para mantener el tratamiento (34%).
“La comunicación entre el médico y el paciente es la clave en las intervenciones clínicas para enfermedades crónicas, y requiere de la comprensión de médicos y pacientes para encontrar un terreno en común, con base en un trato respetuoso hacia el paciente, asumiéndolo como persona que vive con una enfermedad”, señaló Verónica Vázquez, psicóloga clínica adscrita a la Clínica de Obesidad y Trastornos de la Conducta Alimentaria del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.
“El estudio ACTION IO en México plantea varias oportunidades para mejorar el manejo de la obesidad, reconociéndola como una enfermedad crónica, que va a requerir que se comunique el diagnóstico y que se brinde tratamiento toda la vida. Necesitamos también educación a médicos de primer contacto y especialistas, a las personas que viven con obesidad, a las familias y a la población en general, respecto a la importancia de tratar esta enfermedad. Los médicos también necesitamos identificar nuestras propias las barreras para dar atención a los pacientes”, concluyó Mancillas.