COVID 19: DAÑOS AL CEREBRO Y EL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL

Médicos y demás personal de salud deben consultar de inmediato a un neurólogo en el caso de que un paciente presente síntomas que afectan su capacidad cognitiva.

doctor pointing finger to CT scan
Lorena Ríos
Bienestar
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El nuevo coronavirus SARS CoV-2 no solo afecta en forma masiva los pulmones y las vías respiratorias sino también otros órganos: corazón, sistema nervioso, riñones, piel y recientemente se descubrió que también el cerebro. De ahí la presencia de afecciones neurológicas como dolor de cabeza, sicosis, parálisis, pérdida del olfato, convulsiones o accidentes cerebrovasculares, revelan diversos estudios a nivel mundial.

Si bien los pulmones son los principales afectados por el nuevo coronavirus, el patógeno también puede continuar su viaje por las membranas mucosas del cuerpo, pasando por el estómago y hasta los intestinos, por lo que algunos pacientes presentan síntomas como náuseas, vómitos o diarrea.

Otras partes del cuerpo, como los vasos sanguíneos y la médula ósea, así como el corazón, riñones o hígado, pueden inflamarse y dejar de funcionar correctamente, lo que conlleva el empeoramiento del paciente e incluso provoca su muerte.

Daño neurológico

Los datos aún son variables en la relación entre el virus y el daño neurológico que provoca, pero de acuerdo con un estudio publicado en el New England Journal of Medicine se estima que hasta 50% de los pacientes con Covid-19 presenta problemas neurológicos.

Destaca la investigación que el virus demostró tener la capacidad de romper el mecanismo protector del cerebro, o barrera hematoencefálica, lo que provoca una serie de síntomas neurológicos.

Investigadores de Wuhan, China, donde se registró el primer caso de Covid-19, realizaron reportes sobre estas anomalías neurológicas y en la actualidad suman cerca de 300 los estudios en todo el mundo que reportan alteraciones derivadas de la infección por coronavirus.

Las estimaciones de la prevalencia exacta varían, pero parece que aproximadamente la mitad de los pacientes diagnosticados con SARS-CoV-2, virus responsable de causar el Covid-19, experimentan problemas neurológicos, confirma la neuróloga Elissa Fory, de la Fundación Henry Ford en Michigan, Estados Unidos.

La mayoría de las personas, incluidos los médicos, pueden no reconocer las anormalidades neurológicas porque un paciente podría no presentar una convulsión ni temblores o sacudidas, sino simplemente tener aturdimiento. “De hecho, hay un porcentaje significativo de pacientes con Covid-19 cuyo único síntoma es la confusión”, señala Robert Stevens, profesor asociado de anestesiología y medicina de cuidados críticos en el Johns Hopkins Medicine en Maryland, Estados Unidos. “Nos enfrentamos a una pandemia secundaria de enfermedades neurológicas”, advierte.

Órgano indefenso

En la misma línea neurólogos británicos publicaron un estudio en la revista científica Brain, donde aseguran que el nuevo coronavirus puede provocar daños cerebrales severos, incluso en pacientes con síntomas leves o en aquellos que ya se han recuperado.

“Nunca habíamos visto otro virus que ataque al cerebro como lo hace el SARS-CoV-2”, indica Michael Zandi, director del estudio y asesor del Hospital del University College de Londres (UCL). Sobre todo los graves daños cerebrales, incluso en pacientes con una sintomatología ligera, son algo inusual, destaca.

Los especialistas diagnosticaron en 40 pacientes británicos de Covid-19 una encefalomielitis desmielinizante aguda (EAD), enfermedad inflamatoria que produce una destrucción degenerativa del sistema nervioso central y afecta las vainas de mielina de los nervios del cerebro y la médula espinal.

De los pacientes examinados doce sufrían una inflamación del sistema nervioso central; diez tenían una encefalopatía pasajera con delirio y sicosis; ocho sufrían de apoplejía; y otros ocho alteraciones en los nervios periféricos, la mayoría de ellos con un diagnóstico del síndrome de Guillain-Barré, es decir, una reacción inmunológica que ataca los nervios y provoca parálisis, pudiendo ser mortal en 5% de los casos.

“Algunos pacientes tienen falta de sensibilidad o adormecimiento de partes del cuerpo, debilidad y problemas de memoria; como consecuencia, presentan una discapacidad a largo plazo, mientras otros se recuperan sin problemas”, explica Zandsi. El espectro completo de las enfermedades cerebrales provocadas por el SARS-CoV-2, así como sus consecuencias, todavía no ha sido descubierto en su totalidad, expone.

Tanto los médicos como el personal de salud deben consultar de inmediato a un neurólogo en caso de que un paciente presente síntomas que afectan su capacidad cognitiva, problemas de memoria, cansancio, adormecimiento de partes del cuerpo o debilidad, recomienda.

¿Falta de oxígeno?

La mayoría de los investigadores cree que el efecto neurológico del virus es un resultado indirecto de la falta de oxígeno en el cerebro (la hipoxia feliz) o el subproducto de la respuesta inflamatoria del cuerpo (la famosa tormenta de citocinas). Sin embargo, algunos científicos sospechan que el virus causa insuficiencia respiratoria y muerte no por daños en los pulmones, sino por lesiones en el tronco encefálico, el centro de comando que garantiza que sigamos respirando incluso cuando estamos inconscientes.

El cerebro normalmente está protegido de enfermedades infecciosas por lo que se conoce como la barrera hematoencefálica: un revestimiento de células dentro de los capilares que atraviesan el cerebro y la médula espinal. Estos impiden que los microbios y otros agentes tóxicos infecten el cerebro. Si el SARS-CoV-2 puede cruzar esta barrera, ello sugiere que el virus no solo puede ingresar al núcleo del sistema nervioso central sino que también puede permanecer allí, con el potencial de regresar años después.

En la Universidad de Pittsburgh, a través del Estudio del Consorcio Global de Disfunción Neurológica en Covid-19, la neuróloga Sherry Chou coordinó a científicos de 17 países para monitorear colectivamente los síntomas neurológicos de la pandemia, incluso a través de escáneres cerebrales.

Aunque el impacto del virus en los pulmones es la amenaza más inmediata y aterradora, el impacto duradero en el sistema nervioso será mucho mayor y mucho más devastador, advierte la especialista.

“Aunque los síntomas neurológicos son menos comunes en Covid-19 que los problemas pulmonares, la recuperación de las lesiones neurológicas a menudo es incompleta y puede llevar mucho más tiempo en comparación con otros sistemas de órganos. Por lo tanto, resulta en una discapacidad general mucho mayor y posiblemente más muertes”, puntualiza.

“Las personas que reciben el alta de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) con Covid-19 deben ser monitoreadas sistemáticamente a largo plazo para detectar cualquier evidencia de daño neurológico; y luego recibir tratamientos intervencionistas si es necesario”. Pero por desgracia no se está haciendo, señala.

América Latina

En Latinoamérica tres de cada diez personas, o casi 325 millones, corren un mayor riesgo de enfermar gravemente por Covid-19 debido a sus condiciones de salud subyacentes, señala por su lado la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne.

Las enfermedades crónicas como diabetes, enfermedad renal e hipertensión, así como enfermedades infecciosas como la tuberculosis o los inmunosuprimidos, colocan a las personas en mayor riesgo de padecer una forma de Covid-19 más grave.

Hasta el 20 de julio se han notificado 7.7 millones de casos y más de 311 mil personas han muerto por Covid-19 en América Latina y el Caribe. Solo en la última semana hubo casi 900 mil nuevos casos y unas 22 mil muertes, la mayoría en Brasil, México y Estados Unidos.

RECUADRO

Zonas del cuerpo que ataca el coronavirus

Cerebro Algunos pacientes con Covid-19 tienen derrames cerebrales, convulsiones, confusión e inflamación cerebral.

Ojos Conjuntivitis, inflamación de la membrana que recubre la parte frontal del ojo y el párpado interno.

Nariz Pérdida del sentido del olfato.

Corazón y vasos sanguíneos El virus se disemina vía linfática, pasa a la sangre y ve facilitada su entrada a las células por la enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2), que está dentro de las células de las paredes de los vasos sanguíneos. La infección puede provocar coágulos, ataques cardiacos e inflamación cardiaca.

Intestinos El virus puede infectar el tracto gastrointestinal inferior, que es rico en receptores ACE2. Alrededor de 20% de los pacientes presenta diarrea.

Riñones El daño renal es común en casos severos y hace que la muerte sea más probable. El virus ataca los riñones o la insuficiencia renal puede ser parte de un problema general en todo el cuerpo, como la caída de la presión arterial.

Hígado Hasta 50% de los pacientes hospitalizados tiene niveles de enzimas que indican un hígado en dificultades. Un sistema inmune en sobremarcha y los medicamentos para combatir el virus serían la causa.

Pulmones Los alveolos pulmonares se rompen durante el ataque del virus, por lo que disminuye la absorción de oxígeno. Los pacientes tosen, la fiebre aumenta y la respiración se dificulta.