México atraviesa distintos problemas en materia de nutrición. Por un lado, se enfrenta al sobrepeso, obesidad y diabetes mellitus, que año con año van a la alza; por otro, a la desnutrición, baja estatura, bajo peso y problemas de deficiencias nutricionales, como la anemia. Esto derivado de una alimentación inadecuada, inactividad física y falta de acceso a alimentos de calidad.
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2020 sobre Covid-19 muestra que en niñas y niños de 5 a 11 años de edad, la prevalencia de sobrepeso fue de 19.6% y la de obesidad, de 18.6%. En mujeres y hombres de 12 a 19 años, el sobrepeso se presentó en 26.8% y la obesidad en 17%.
Por otra parte, el sobrepeso y la obesidad han incrementado también en adultos, la prevalencia de sobrepeso y obesidad ascendió a 74.1% en comparación con el 2012 (71.3%).
El Día Mundial de la Alimentación
El 16 de Octubre fue proclamado en 1979 por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Su finalidad es concientizar sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza.
Parecería paradójico que los países más pobres tienen problemas de obesidad, dijo el doctor Fernando Pérez Galáz, cirujano Bariatra de la Clínica Gastrobátrica Santa Fé.
Pérez Galaz aseguró que el tema es muy preocupante. Aunque en números absolutos EU nos lleva ventaja, en proporción, México es el primer lugar en obesidad infantil. Esto podría explicarse por el auge de la comida rápida y la comida industrializada a partir de los años 80, explicó el especialista.
En 1999, según la encuesta de salud, 18% de nuestros niños de cinco a 11 años tenían problemas de sobre peso, para el 2006 subimos a 26.2%, hoy tenemos cerca de 40% de niños entre los dos y los siete años con algún grado de sobrepeso u obesidad y en niños de entre siete y 14 años, 56 por ciento.
Causas de la obesidad infantil.
El cirujano bariatra aseguró que los niños que padecen obesidad serán adultos que adolezcan esta enfermedad. Y lejos de ser un problema estético, es un problema de salud pública; un paciente con obesidad grado uno tiene cuatro veces mayor riesgo de padecer diabetes, enfermedades cardiovasculares o hipertensión arterial.
“La causa es multifactorial y sólo 5% de este padecimiento es endocrina; 95% es obesidad exógena, es decir, lo que comemos. Primero tenemos una sociedad obesogénica, todo lo relacionamos con comida, celebraciones y preocupaciones, además del bombardeo de publicidad. Aun con las recientes regulaciones, la estrategia en las escuelas sigue con alto contenido de azúcares, calorías y cero valor nutricional. Este problema lo podemos resumir en la falta de educación nutricional en el núcleo familiar” Puntualiza Pérez Galaz.
Estrategias.
Después del aumento al impuesto de bebidas azucaradas se demostró una baja en el consumo en el primer año. Sin embargo, estos datos se han revertido, esto ha comprobado que no importando el alza en los precios, que afectan directamente a la gente de menos recursos, ellos seguirán procurando este tipo de bebidas.
Por ello, la estrategia está en la educación a nivel escolar y familiar. Hay que predicar con el ejemplo, después, hay que aprender a leer los etiquetados e interpretar los ingredientes, limitar las bebidas azucaradas, hidratarse con agua, generar lunch nutritivos como base de una comida, además, limitar las horas de televisión y videojuegos, promover la actividad física y el ejercicio, que para funcionar, tiene que realizarse durante 60 minutos y cinco veces a la semana; esto es lo que va a ayudar a evitar subir de peso y con dieta, hasta bajar de peso.