El melanoma es un tipo de cáncer de piel que se origina cuando los melanocitos (las células que dan a la piel su color bronceado o marrón) comienzan a crecer fuera de control. Este tipo de neoplasia es responsable del 80 por ciento de las muertes por cáncer en la dermis. En las últimas décadas, su incidencia ha aumentado por lo que se considera ya un problema de salud pública en México.
Héctor Martínez Said, cirujano oncólogo y líder internacional en el tratamiento del melanoma indicó que de acuerdo con datos de Globocan, México registró en el 2018, más de tres mil casos nuevos en todo el país, y más de 700 muertes por esta causa.
“Los mexicanos piensan que por tener piel morena, cabello y ojos oscuros estamos exentos de esta enfermedad, pero genéticamente albergamos genes que generan alta susceptibilidad debido al mestizaje”, señaló el experto.
Entre los factores de riesgo para presentar melanoma, explicó el también presidente de la Sociedad Mexicana de Oncología (SMeO), se encuentran la exposición prolongada a los rayos ultravioleta. La luz solar es la fuente principal de la radiación ultravioleta. Tener muchos lunares y tener antecedentes familiares de melanoma.
“Es importante mencionar que el melanoma más frecuente en la población mexicana es el denominado acral lentiginoso. Este melanoma no tiene relación con exposición solar y habitualmente sale en las palmas de las manos o las plantas de los pies, así como por debajo de las uñas. Es sumamente importante revisar estas partes del cuerpo”, indicó Martínez Saíd.
Entre las opciones terapéuticas se encuentra la cirugía y generalmente se logra superar el melanoma cuando se diagnostica en etapa inicial. La quimioterapia se puede usar para tratar el melanoma avanzado después de intentar otros tratamientos, pero no se emplea con frecuencia como tratamiento inicial, puesto que existen terapias recientes como la inmunoterapia y/o terapia dirigida.
El patrón y el momento de la exposición a la luz ultravioleta podría desempeñar un papel en el desarrollo del melanoma, siendo diferente en la espalda, pecho y piernas dado que pudo haberse originado por quemaduras al momento de la niñez; a diferencia del que se presenta en el rostro, el cuello y los brazos, donde la exposición al sol es más constante.
En el marco del Mes de Concientización del Melanoma, MSD realiza actividades de concientización, con el hashtag #PonAltoAlMelanoma, con el objetivo de fomentar el conocimiento sobre las señales de alerta, la importancia de las revisiones periódicas ante los cambios notorios en la piel a bien de que puedan llegar a tener un diagnóstico temprano.
La exposición a los rayos ultravioleta emitida por el Sol o de lámparas y camas de bronceado aumenta el riesgo, por lo que es recomendable el uso de bloqueador solar diarios y dos veces al día, pues las sustancias que protegen la piel sólo están activas cuatro horas. El mejor protector solar es la ropa, una barrera física que impìde que la luz llegue directamente a la piel.
Por último, el especialista explicó la regla “ABCDE” donde describe las características del melanoma en una etapa inicial:
A de Asimetría: la mitad del lunar no es igual a la otra mitad.
B de Borde: los bordes son irregulares, desiguales, dentados o poco definidos.
C de Color: el color no es uniforme y pudiera incluir sombras diferentes de color marrón o negras, o algunas veces con manchas rosadas, rojas, azules o blancas.
D de Diámetro: el lunar mide más de 6 milímetros de ancho (aproximadamente más que el tamaño de una goma de borrar de un lápiz).
E de Evolución: el tamaño, la forma o el color del lunar están cambiando.
Melanoma, variedad agresiva de cáncer de piel
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