El déficit de infraestructura hospitalaria, de recursos humanos (médicos y enfermería), así como de medicamentos que arrastra de años atrás el Sistema Nacional de Salud en México obligó a las autoridades sanitarias de la actual administración a implementar medidas exprés para contener, mitigar y atender a la población afectada por el SARS-CoV-2, responsable de la enfermedad Covid-19, que hasta el cierre de esta edición se estima afectó ya a más de 21 mil personas y causará el fallecimiento de casi dos mil, de una población total de 127 millones que habita el país.
Cabe recordar que el sistema de salud está fragmentado y condicionado al estatus laboral, donde cada persona está afiliada a un sistema, ya sea al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), al IMSS Bienestar, al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), a la Secretaría de Salud (SSA), así como a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Secretaría de Marina (Semar) y Petróleos Mexicanos (Pemex).
En tanto que de casi 57% de la población que trabaja en la informalidad solo 14% tiene acceso a los hospitales de segundo nivel, lo que refleja una proporción importante sin seguridad social y cuya alternativa es solicitar atención en el Insabi.
Desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) activó en enero pasado la alerta máxima por el surgimiento del nuevo coronavirus, en México iniciaron la planeación y diseño de las unidades de atención de pacientes con la enfermedad, de tal manera que en la Fase 3 de la epidemia solo se ocupa 50% de la capacidad sanitaria instalada para la pandemia, además de que ya inició operaciones la Unidad Temporal Covid-19 en el Centro Citibanamex, con capacidad de 854 camas de hospitalización y 36 con equipamiento de terapia intermedia.
Disponibilidad de camas
Al respecto el presidente Andrés Manuel López Obrador insiste en señalar que no hay nada que temer respecto de la disponibilidad de camas de hospitales para atender a los pacientes enfermos por Covid-19 y recuerda que existe un acuerdo con hospitales privados que ofrecieron tres mil 115 camas, de las cuales solo se han ocupado 100.
“Esto nos da seguridad; si no, no podría dormir”, dijo esta semana el mandatario.
López Obrador explicó que no ha sido necesario ocupar las camas porque la curva de contagios en el país, hasta el momento, va horizontal, se está extendiendo más en tiempo y “eso es bueno para que no nos rebase en el número de camas y ventiladores; pero a partir de las nuevas proyecciones se tomarán decisiones y se darán los ajustes”.
De acuerdo con el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, la infraestructura hospitalaria del país para hacer frente a la epidemia de coronavirus es “sólida, amplia y con capacidad suficiente”.
Detalló el funcionario que entre todas las instituciones del sector salud, las dependencias civiles y militares, se cuenta con 711 hospitales exclusivos para Covid-19, 49 mil 83 camas hospitalarias, dos mil 446 camas de urgencias, mil 553 camas para cuidados intensivos, cinco mil 523 ventiladores mecánicos y nueve mil 90 monitores. A lo anterior se suman diez mil 529 camas de las unidades del IMSS y mil 830 del ISSSTE, en tanto que los hospitales de Pemex aportarán mil 234 camas, la Sedena 824 y Semar 146.
Reconversión hospitalaria
Al esfuerzo se suma el Programa de Reconversión Hospitalaria, que consiste en convertir camas ya instaladas, de cuidados intermedios o en unidades de urgencias, en camas para atender a pacientes críticos con la infección por coronavirus, explicó Ruy López Ridaura, director general del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece).
“Se ha trabajado con cada una de las instituciones y los estados para establecer cómo se realizaría esta reconversión a partir de conocer con qué insumos se cuenta”, puntualizó el funcionario.
Agregó que en caso de que sea necesario atender a un mayor volumen del estimado los institutos nacionales y hospitales de alta especialidad podrían convertir aproximadamente entre 400 y hasta 500 camas.
López Ridaura mencionó que considerando la proyección realizada por el Subcomité de Enfermedades Emergentes, de que serán cerca de diez mil 500 pacientes durante la temporada (doce semanas) quienes requieran hospitalización, más las medidas de mitigación y la implementación de las Jornadas de Sana Distancia, se espera que la curva epidémica sea mucho más plana, de tal forma que se espera que la necesidad hospitalaria sea mucho menor; prolongada, pero menor. De ahí que se considera que con las camas que se tienen, más los planes de reconversión, será suficiente.
Pero en uno de los peores escenarios si la población no sigue las medidas recomendadas por las autoridades sanitarias, equivaldría a sumar entre mil 500 y mil 800 pacientes más a los calculados por el modelo, por lo que se siguen actualizando los estudios para poder planear la reconversión a tiempo, detalló.
Carencias
La grave situación del Sistema Nacional de Salud se complicó con la llegada del Covid-19 al país y puso de manifiesto las carencias y malas prácticas neoliberales de los últimos 36 años, señala el investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Gustavo Leal Fernández.
Añade: “Estamos viendo las consecuencias de la decisión de los pasados regímenes de asignar recursos públicos con un enfoque privatizador, que ocasionó que las redes no estén en condiciones de atender en forma idónea la emergencia actual”.
El especialista comenta que el libre mercado “nunca resolverá absolutamente nada respecto de las acciones sociales en este campo (salud) y en los de educación, vivienda y pensiones”. Por ello, agrega, el país tiene el gran desafío de lograr aplanar la curva de contagios para que la red asistencial sea menor y no suceda lo mismo que en España, Italia y Estados Unidos, donde las cifras de muertos son escalofriantes.
El experto en seguridad social expone que las autoridades mexicanas deben comenzar a innovar las políticas públicas con elementos de la OMS, “considerando que frente a una pandemia de estas proporciones toda decisión a favor de la vida arrojará un costo económico”.
Personal médico y enfermería
Un reto más que se suma al sistema sanitario en el país es la falta de personal médico para atender a pacientes graves con Covid-19. El déficit que se venía arrastrando de años pasados, sumado a las bajas de médicos, enfermeras, camilleros y demás personal médico, ya sea por contagios o porque son vulnerables al virus, incrementa la dificultad de la atención en la etapa más crítica de la pandemia.
En la actual Fase 3 de la contingencia se han reportado casos de personal sanitario contagiado y, por si fuera poco, han sido víctimas de agresiones, físicas, verbales y discriminación. La OMS ha establecido que la tasa promedio de personal médico contagiado por Covid-19 es de 10%, aunque en países como España llegó a ser de 17% y en Argentina de 14%. Por ello se calcula que si en México hay más de 365 mil médicos, y conforme la tasa de contagio, se podría estimar que cerca de 37 mil médicos podrían contagiarse.
Datos del organismo internacional indican que México tiene una tasa de 23.82 médicos y 25.07 personal de enfermería por cada diez mil habitantes, menor a la de otros países. En este sentido la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señala que México destina 5.5% de su PIB al gasto sanitario, mientras que el promedio de los países integrantes es de 8.8 por ciento.
Ante la deficiencia de personal médico Alejandro Svarch, responsable de la Coordinación Nacional Médica del Insabi, lanzó la convocatoria para la contratación de 337 médicos especialistas que realizan investigaciones, los cuales serán contratados por la Secretaría de Salud y quienes se sumarán a las filas del sistema sanitario para enfrentar la pandemia de coronavirus.
Svarch recordó que no solo se necesitan médicos especialistas sino también médicos generales y personal de enfermería, especialistas en terapia intensiva, urgencias, medicina interna, neumología, infectología y anestesiología.
También hizo un llamado a los médicos y enfermeras de más de 60 años a reclutarse para tratar casos no Covid y así más personal de la salud pueda atender los casos de coronavirus en México. Para participar deberán ingresar a la página medicosdelbienestar.salud.gob.mx, registrarse y esperar ser llamados para la contratación.
Medicamentos y dispositivos
La Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma), que preside Eric Hágsater Gartenberg, manifiesta su disposición a priorizar la fabricación de los medicamentos necesarios y garantizar el abasto de los mismos sin especulación en precios.
El vocero del organismo, que agrupa a 186 empresas farmacéuticas, expresa que trabajan coordinadamente con el Sistema Nacional de Salud para asegurar el suministro de medicamentos, dispositivos médicos y material de curación necesarios para enfrentar la pandemia.
De igual forma dice que trabajan en la fabricación y suministro de medicamentos para el tratamiento de enfermedades crónicas y agudas, con el fin de mantener a la población con un estado de salud óptimo posible ya que quienes tienen estos padecimientos están en mayor riesgo de complicaciones si se contagian de coronavirus.
“Hemos escuchado con atención el llamado del presidente Andrés Manuel López Obrador de garantizar el abasto sin lucrar con esta terrible crisis, por lo que manifestamos nuestro compromiso legítimo con la salud y hacemos un llamado a la sociedad civil y a los demás integrantes de la cadena de abasto para contribuir a la disponibilidad oportuna de los insumos para la salud y desterrar la especulación”, indica el titular de la Canifarma.
Destaca que “se requiere unidad con las distintas entidades del gobierno que han de coordinar la articulación eficiente de todos los recursos, humanos y materiales, para asegurar la atención a las personas en los servicios médicos y dictar las medidas de contención en espacios públicos y unidad con los sectores productivos para moderar los efectos económicos y las afectaciones laborales”.
De igual forma Fernando Oliveros, presidente de la Asociación Mexicana de Industrias Innovadoras de Dispositivos Médicos (AMID), explica que ante la emergencia las empresas no tuvieron oportunidad de planificar ya que en algunos casos las solicitudes de equipo médico superaron hasta seis veces la demanda anual, por lo que el desafío para el sector es mantener los niveles de suministro.
“Tenemos que seguir operando y aumentando nuestras capacidades. Esto es un reto muy grande, porque es algo que nadie podía prever. Hay que mantener las cadenas productivas abiertas y ampliar la capacidad, pero con medidas más complejas”, expone.
Para hacer frente al Covid-19 desde el interior de sus organizaciones las compañías cambiaron las dinámicas de la planilla laboral que trabaja en las fábricas. La estrategia incluye la disposición de transporte privado para llegar a los centros de trabajo, el monitoreo constante de los niveles de temperatura y hasta la implementación de nuevos horarios y distribuciones en las áreas operativas para cumplir con las recomendaciones de distancia social recomendadas por las autoridades, comparte el líder del sector.
Los dispositivos médicos que tienen mayor demanda se dividen en tres categorías. La primera considera equipos de protección personal (EPP) como caretas, cubrebocas, batas quirúrgicas y gel antibacterial. En el segundo están las pruebas reactivas de confirmación. Y en el tercer grupo se ubican los equipos de apoyo de vida, como oxímetros y ventiladores, precisó la AMID.
Jóvenes: no son inmunes
Un dolor de cabeza en la contingencia sanitaria han sido algunos adolescentes y jóvenes de 15 a 29 años que no siguen las indicaciones de distancia social ni cuarentena, por lo que especialistas exhortan a los 30.7 millones de menores de 29 años a no correr riesgos y evitar el contagio de Covid-19; a actuar de manera solidaria y responsable quedándose en casa, evitando toda movilidad innecesaria en calles y lugares públicos para proteger a sus familiares, a la sociedad y al sector salud que está directamente en la primera línea de contacto para salvaguardar vidas humanas en todo el país.
La infectóloga pediatra y directora de la Clínica de Especialidades Churubusco, Jetzamin Gutiérrez Muñoz, aclara que si bien la población infantil y jóvenes sanos están en una etapa en que “su sistema inmunológico y sus defensas cursan por el mejor momento” y estadísticamente tienen menor riesgo de contraer el coronavirus emergente, no son inmunes a esta enfermedad.
“Todos somos susceptibles en menor o mayor porcentaje” a contraer el Covid-19. Como ya lo ha señalado la OMS hay varios fallecimientos en este grupo de edad atribuidos a la pandemia, por lo que es falso considerar que por ser joven se está libre de riesgo de contagio o muerte”, subraya la especialista.
Agrega que un alto porcentaje de los casos por Covid-19 son asintomáticos y eso es lo peligroso de esta enfermedad ya que algunos individuos se expusieron al coronavirus sin saberlo, no tienen ningún síntoma, pero están haciendo viremia, es decir, invasión del virus en la sangre, y podrían diseminarlo. De ahí que sea tan importante atender el llamado de Quédate en casa.
RECUADROS
Trastornos sistémicos y respiratorios asociados al Covid-19
Fiebre, tos, fatiga, producción de esputo, cefalea.
Disnea.
Hemoptisis o expectoración de sangre proveniente de pulmones.
Diarrea.
Insuficiencia cardiaca aguda.
Hipoxemia o falta de oxígeno.
Falla renal.
Condiciones de mal pronóstico
Mayores de 60 años.
Obesidad.
Diabetes mellitus.
Enfermedad respiratoria crónica (asma o EPOC).
Tabaquismo.
Alcoholismo.
Inmunosupresión.
Hipertensión arterial.
Enfermedad cardiovascular.
Cáncer.
Trastornos respiratorios
Rinorrea, estornudos, dolor de garganta.
Neumonía.
Síndrome de dificultad respiratoria aguda.
Recursos humanos para la salud
112 mil 42 enfermeras en contacto con el paciente.
37 mil 596 médicos generales.
Mil 284 urgenciólogos.
207 neumólogos.
174 infectólogos.
440 epidemiólogos.
Protección de personal sanitario
Cuatro millones 361 mil 252 piezas de guantes de exploración.
Cuatro millones 758 mil 105 piezas de cubrebocas.
103 mil 663 respiradores N95.
32 mil 887 litros de alcohol en gel a 70 por ciento.
Cinco mil 779 litros de jabón líquido.
Fuente: Cenaprece