Aclaremos: a este reseñista el anuncio de Gonzalo Celorio (Ciudad de México, 1948) como ganador del Premio Cervantes 2025 lo tomó por sorpresa. Si nos dejamos llevar por el nacionalismo, por supuesto que da gusto que un mexicano se lleve el mayor reconocimiento literario del idioma, al menos así es como se nos vende: nuestro país es el que ha cosechado más ganadores, con un total de siete.

Por su novela “Flesh”

Por su obra “La tierra en la boca”

Hace unos días entregaron el Premio Princesa de Asturias de las letras al español Eduardo Mendoza (1943). Es una desgracia que el narrador catalán no sea tan leído en México como se debería. A fuerza de especular, supongo que tal vez esto se deba a la abundante solemnidad del medio literario nacional.

En el marco de la exposición “La mitad del mundo. La mujer en el México indígena”

La inversión no es solo en dinero y tiempo, sino también en espíritu. Dejas en casa a tu familia, tu trabajo, tu cotidianidad, tu seguridad, tu certidumbre en forma de rutina y te lanzas a la búsqueda de una nueva hazaña.

“El servidor público no debe perder esa esencia de su naturaleza, que es servir”.

Invita a no olvidar a las mujeres víctimas de violencia

Es autor de novelas como “Amor propio” y Mentideros de la memoria”

Rubén Esparza Arizpe. Los cuadernos del agua. Vaso Roto. 99 pp.

Ana Romero ha construido una obra que celebra la sensibilidad y la fuerza de las mujeres cotidianas: escritora mexicana y una de las voces más comprometidas con la literatura infantil y juvenil, su narrativa entrelaza memoria, afecto y resistencia.

Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga, nacida en 1889 en Vicuña, Chile, adoptó el nombre de Gabriela Mistral por dos autores europeos: Gabriele D’Annunzio y Frédéric Mistral. Así lo afirma la novelista chilena Lina Meruane en el prólogo de Andar la tierra, obra que también seleccionó y que muestra el lado andariego de Mistral.