Francisco está hospitalizado desde el 14 de febrero

Dijo que se revisará carta que envió El Mayo.

Fue multado por beso a Jenni Hermoso en el Mundial

Trabajó con sus asistentes en el hospital

Porque algunas flores también se sirven en copa

El papa continúa hospitalizado desde el viernes

Habrá 200 actividades dancísticas en más de 12 sedes

En lo que va de 2025 se han detectado en México 10,319 casos sospechosos de Covid-19

Presenta “cuadro clínico complejo”

Como madrina honorífica, la Jefa de Gobierno regaló un “kit del amor”.

A propósito de la tan esperada y muy ponderada Semana del Arte en la Ciudad de México celebrada recientemente, ese evento que se presenta como el gran escaparate para lo mejor del arte contemporáneo y que pone de realce a nuestra ciudad como una metrópoli cosmopolita, excitante y sofisticada, aprovecho este espacio para celebrar, honrar y reflexionar acerca del arte que se queda fuera del reflector, que es la mayoría. Y es que muchos de los excluidos –y no solo de este acontecimiento sino del mundo dominante del arte en general– no carecen de talento aunque sí de recursos, de representación adecuada, de las amistades correctas o de ciertas cualidades deseables que parecen ser imprescindibles para pertenecer; y a menudo muchos de estos artistas ya ni siquiera tienen deseos de ser parte de este espectáculo.

En México siete de cada 10 mujeres de 15 años refieren haber sufrido física o sexual por parte de su pareja y no la denuncian