Paul Thomas Anderson siempre ha sido un cineasta del exceso emocional, de esos que empujan sus historias hacia los límites del absurdo humano sin perder el pulso de lo íntimo. En Una batalla tras otra (One Battle After Another), el director de Magnolia y There Will Be Blood lleva esa sensibilidad a un territorio político: Estados Unidos convertido en estado policial, donde inmigrantes son detenidos en masa y una resistencia improvisada intenta desafiar al sistema.

Gracias al trabajo conjunto del Gabinete de Seguridad y demarcación: Gaby Osorio.

Menores de 18 años serán colocados en cuentas restrictivas

Américo Villarreal entrega vehículos blindados a la Guardia Estatal para fortalecer tareas de vigilancia luego de ceremonia cívica

Con más de 13 mil unidades económicas y 64 mil empleos, el gremio funerario genera más de 8,700 millones de pesos en México

Reforzó las tareas de auxilio en los municipios más afectados

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“Debemos hacer que se respeten los derechos humanos”.

“No hay que darnos por vencidas”.

Solo se vive una vez.

“Podría ser solo un paréntesis en una era de inestabilidad regional”.

“Estereotipos raciales y de género”.