Como otros términos jurídicos de los ámbitos militar, defensa, seguridad nacional e inteligencia, el de arma de destrucción masiva ahora es tergiversado para, aplicado a un opioide sintético y cuyo consumo indiscriminado comenzó hace años en Estados Unidos por la criminal irresponsabilidad de médicos y farmacéuticas, dar pie a presiones injerencistas desde la Casa Blanca.

Reviso afanosamente las publicaciones de la prensa mexicana en busca de una condena firme al ataque terrorista en Sidney por parte de las voces más representativas de la izquierda mexicana. No lo han hecho individualmente en sus columnas periodísticas e intervenciones televisivas, ni tampoco grupalmente mediante un comunicado, posicionamiento o desplegado. No hay nada.

“Se trata de construir un frente conjunto e inquebrantable con México”.

Relevante la información de gabinete aportada por Guardia Nacional.

El estallido de un auto con explosivos, el pasado sábado 6 en Coahuayana, Michoacán, en la colindancia entre esa entidad y Colima, dejó un saldo de seis muertos y 20 heridos de distinta gravedad, además de cuantiosos daños materiales, pues afectó a construcciones en general, así como una decena de autos: la potencia del artefacto, con 300 metros de onda expansiva horizontal y 50 metros de altura, es un asunto muy serio a analizar.

Se busca adicionar el capítulo VI Bis al Código Penal Federal

“Un pueblo que elige ser libre no solo se libera a sí mismo, sino que contribuye con toda la humanidad”.

Jueza en Maryland declara indebida su detención

Explosión de coche bomba en Michoacán no fue terrorismo: Harfuch.

Más de 50 reos han muerto en los últimos meses

Relación con Trump es buena tras encuentro, dice.

Departamento de Justicia de EU busca acusar al exdirector del FBI