Desde su popularización ChatGPT se presentó como una herramienta que reforzaría productividad, asistencia profesional e innovación empresarial, pero un reciente estudio interno de OpenAI revela una tendencia inquietante para el sector: los usuarios desplazan su uso del ámbito laboral hacia lo personal.
Esto podría plantear un desafío serio para las empresas de Inteligencia Artificial (IA) generativa que aún no encuentran un modelo económico sólido.
El informe analiza más de 1.5 millones de conversaciones entre mayo de 2024 y junio de 2025 extraídas de la base de usuarios de ChatGPT y apunta a una caída sostenida del uso orientado al trabajo.
Las consultas profesionales representaban 73% hace un año, pero ahora apenas conforman 53% del total. En cambio, crece el uso para tareas personales: consejos de salud, apoyo educativo, contenido creativo y cuestiones informativas.
Con 700 millones de usuarios activos semanales —cifra que representa cerca de 10% de la población adulta mundial— ChatGPT procesa más de 2.6 mil millones de mensajes diarios.
Aunque Google procesa muchos más a diario (14 mil millones de búsquedas), los autores estiman que al ritmo actual de crecimiento ChatGPT podría alcanzar el volumen de Google en poco más de un año si mantiene su tendencia.
Demografía y categorías
Uno de los datos más llamativos del estudio es la reducción de la brecha de género: al principio, 80% de los usuarios eran hombres; para junio de 2025 esa proporción cayó a 48%. También se observa una expansión geográfica: Brasil, Corea del Sur y Estados Unidos lideran entre los países con mayor penetración de uso, con niveles similares entre ellos.
Respecto de los tipos de consultas, se agrupan principalmente en tres categorías: consejos prácticos (salud, educación, deporte), con 28.3%; edición de textos, traducción, resúmenes, con 28.1%; y búsqueda de información general, con 21.3 por ciento.
El resto, 22.3%, engloba asistencia técnica, generación de medios y conversaciones de carácter personal.
Este cambio en la naturaleza de uso revela que ChatGPT ya no es solo una herramienta laboral: está entrando en la vida cotidiana como asistente personal universal.
Para capitalizar ese cambio OpenAI lanzó el pasado 26 de septiembre la función Pulse, que anticipa necesidades del usuario sin que este tenga que solicitar nada. Pulse ofrece “tarjetas visuales” temáticas con base en conversaciones previas, interacciones pasadas o Apps conectadas —con permiso del usuario.
Esta función podría reforzar el “enganche” personal al convertir a ChatGPT en un asistente que actúa de modo proactivo.
Señales negativas
Paradójicamente, que los usuarios se alejen del uso profesional puede ser malo para el modelo de negocio de muchas compañías de IA. OpenAI, por ejemplo, no espera generar ganancias hasta 2029.
Mientras tanto, el informe The Generative AI Divide (GenAI Divide) del Massachusetts Institute of Technology (MIT) revela que solo 5% de los proyectos piloto de IA integrada logra generar valor significativo.
Un análisis reciente del GenAI Divide también advierte que la mayoría de las implementaciones corporativas se estancan sin lograr un retorno concreto, creando una brecha entre la promesa de la IA y su valor real en negocios.
Este desplazamiento hacia uso personal puede tener dos efectos contrapuestos. Por un lado, refuerza que la IA será parte cotidiana de la vida de las personas —no solo herramientas de oficina—; y, por otro, complica la monetización con base en licencias empresariales e integración profesional.
Las empresas que apuesten a IA deberán diversificar modelos: suscripciones, servicios híbridos o modelos freemium (este modelo permite a los clientes probar las características básicas de un producto o servicio antes de comprarlo) que monetizan funciones premium personales.
También exige reflexionar en las implicaciones éticas: privacidad, datos sensibles —salud, finanzas personales— y responsabilidades cuando la IA brinda consejos de vida. La frontera entre asistente personal y profesional se difumina.
No obstante, aunque el uso de ChatGPT se desplaza hacia lo personal, hay indicadores de que en Estados Unidos la IA generativa —incluyendo ChatGPT— se utiliza activamente para nuevos negocios y proyectos corporativos.
Un estudio reciente de ArXiv titulado The Widespread Adoption of Large Language Model-Assisted Writing Across Society indica que hasta 2024 un porcentaje importante de comunicados corporativos, quejas de consumidores y publicaciones sobre organismos internacionales ya mostraban intervención de modelos tipo ChatGPT en hasta 24% en comunicados corporativos que ya contienen contenido asistido por modelos de lenguaje, lo que respalda la proliferación de la IA dentro de operaciones formales.Esto sugiere que pese al descenso del uso laboral directo en consultas la IA continúa permeando el mundo empresarial desde la integración discreta en procesos de comunicación y automatización interna.
Y esa adopción formal en textos institucionales sugiere que numerosas empresas ya emplean la IA generativa como herramienta dentro de sus operaciones, lo cual coincide con la idea de “nuevos negocios” apoyados por ChatGPT.
Desafío económico de la IA generativa
Rentabilidad aplazada OpenAI no espera obtener beneficios hasta 2029, pese a liderar el sector.
Costos en expansión: El entrenamiento y operación de modelos avanzados como GPT-5 exigen miles de millones de dólares anuales en infraestructura, energía y chips especializados.
Inversión récord Nvidia anunció el 22 de septiembre de 2025 una inversión de hasta 100 mil millones de dólares en OpenAI para desarrollar una nueva generación de modelos orientados a la superinteligencia.
Modelo de negocio incierto Según el MIT solo 5% de los proyectos de IA integrados en empresas genera beneficios millonarios.
Competencia creciente Anthropic, Google DeepMind y Meta intensifican su apuesta por modelos multimodales y asistentes corporativos, mientras las startups buscan nichos de especialización.
Tendencia general El uso cotidiano de ChatGPT sigue en aumento, pero las aplicaciones empresariales rentables aún son limitadas, lo que plantea el gran dilema del sector: crecimiento masivo sin un retorno económico claro.
Fuente: ChatGTP
ChatGPT en la vida cotidiana
Uso laboral El uso laboral del chatbot ha disminuido, pero su presencia en la vida diaria crece. Hoy millones lo consultan para pedir consejos personales, apoyo emocional o ayuda educativa.
Asistente emocional y cultural ChatGPT se ha convertido en un interlocutor de confianza: acompaña en decisiones, mejora habilidades y traduce idiomas en tiempo real.
Educación y aprendizaje Casi 28% de los usuarios lo emplean para estudiar, practicar idiomas o redactar textos, según OpenAI.
Diversidad global El público se ha equilibrado: 48% son mujeres y países como Brasil, Corea del Sur y Estados Unidos concentran tasas similares de uso.
Nueva conversación digital Más que una herramienta, ChatGPT refleja el deseo humano de interacción, conocimiento y compañía, redefiniendo la frontera entre tecnología y cotidianidad.
Fuente: ChatGPT