Concesionada a 50 años la tercera parte del territorio nacional a firmas extractivas privadas nacionales y extranjeras a título de reservas para explotación, hete aquí que estas le pagan a la nación por concepto de derechos cinco pesos… por hectárea.
El regalito nos convierte en el país más atractivo del planeta; lo que explica la llegada de empresas canadienses, australianas, brasileñas, belgas y hasta chinas.
La oferta incluye montes, cerros, planicies… en un escenario que no respeta zonas sagradas de las diversas etnias en el país, ejidos, bosques ni áreas cercanas a poblados de intensa densidad poblacional, con la novedad de que a contrapelo de las formas tradicionales en algunos casos la explotación se realiza con explosiones a cielo abierto.
El caso más emblemático es el del cerro de San Pedro, a escasos kilómetros de San Luis Potosí, convertido en algo similar a un queso gruyere con amenaza de derrumbe de una iglesia del siglo XVII.
Y mientras los huicholes pelean sus tierras consideradas inexpugnables, los grupos ecologistas se desgañitan a gritos, volviendo permanentes los plantones ante la Procuraduría del Medio Ambiente.
Y para qué hablar de los “pocitos” de carbón de Coahuila, que se explotan bajo jornadas de doce horas diarias trabajando los hombres en cuclillas… mientras los niños sacan el producto del agujero con canastas.
Ahí están aún los 65 muertos de la mina Pasta de Conchos, convertida esta en túmulo para los cadáveres.
Lo insólito del caso es que las firmas mineras a la caza de oro, plata, cobre o carbón lograron congelar en el Senado una iniciativa de reforma que pretendía darle un pellizquito a sus colosales ganancias.
Intento
La propuesta planteaba la implementación, a título de derechos, de un impuesto equivalente a 5% de los ingresos acumulables netos de las empresas, porcentaje mucho menor al que cobran países como Perú, Bolivia, Canadá, Australia o Chile.
La idea era que los recursos se derramaran entre las comunidades alrededor de las cuales se explotan las minas, creándose un Fondo de Aportaciones para el Desarrollo Regional Sustentable de Estados y Municipios Mineros.
El dinero se traduciría en construcción, remodelación y equipamiento de centros escolares; en pavimentación y mantenimiento de calles y caminos locales; en rellenos sanitarios; en plantas de tratamiento de agua; en obras que preserven áreas naturales; y en obras que mejoren la movilidad urbana.
La posibilidad aprobada por la Cámara de Diputados se quedó en el intento.
Asociada la explotación de minas a la explotación humana, no es extraño que la primera huelga que estalló en el país haya sido en una veta de Real del Monte, Hidalgo, propiedad del primer Conde de Regla, Pedro Romero de Terreros.
En el camino, mientras el magnate minero le ofrecía al rey de España colocarle un camino de barras de plata de su casa en la hoy calle de El Salvador hasta la Catedral, entonces en construcción, si accedía ser padrino de uno de sus hijos, los mineros morían de asfixia en el fondo de los túneles.
¿Se acuerda usted cuántos años fue nuestro país el principal productor de plata del planeta?
Minas de corrupción.