Con una anticampaña que solo se compara con las desarrolladas contra Andrés Manuel López Obrador, un sector conservador y neopopulista del país ha emprendido una lucha contra el Partido Verde Ecologista de México, pero en lugar de examinar sus lados débiles la estrategia busca quitarle el registro a esa organización con argumentos que podrían aplicarse a todos los partidos políticos.
En el fondo nada tiene que ver el estilo del PVEM, su exitosa campaña en spots y propaganda o algunos de sus expedientes judiciales en largos litigios: el tema central radica en la posibilidad de que el Partido Verde se coloque como la tercera fuerza nacional por la fragmentación del voto neopopulista a causa de la ruptura irreconciliable entre el PRD y López Obrador. Y a ello se agrega el dato de que el Verde está aliado con el PRI.
En las elecciones presidenciales de 2012 el Partido Verde le aportó al PRI más de 4.6 millones de votos, es decir, 7.3 puntos porcentuales. El PAN se fue en solitario y el PRD tuvo que arrastrar a Movimiento Ciudadano y PT, que están en la lógica de perder el registro porque no lograrán 3% para seguir en el sistema de partidos.
En este sentido, con la nueva reforma electoral armada desordenadamente y sin sentido político por el PAN y con la fractura PRD-AMLO, el sistema de partidos que saldrá de las elecciones del 7 de junio registrará la baja por falta de votos de cuando menos MC y PT, así como los nuevos Humanista y Encuentro Social. Nueva Alianza estará por demostrar si es un partido de expectativas con el voto de los maestros o se diluirá con la desaparición política Elba Esther Gordillo, su fundadora.
Las preocupaciones del PAN, del PRD y de López Obrador se han orientado hacia el Verde, pues con una estrategia exitosa de comunicación política más cercana al marketing que a las ideas el PVEM se perfila para lograr por sí mismo casi 10% de los sufragios. Su alianza con el PRI es fuerte porque varios priistas serán candidatos por el Verde.
Mensaje
Lo que tiene a su favor el Verde es una imagen diferente, una vieja élite ya de salida y cuadros jóvenes de clase media alta. Pero lo que lo ha posicionado en las expectativas es el marketing de su propaganda, muy al estilo de los verdes europeos, y una agenda de éxitos de corto plazo.
El nuevo sistema de partidos posterior al 7 de junio tendrá varias diferencias de los tradicionales sistemas de partidos: PRI, PAN, PRD, PVEM y AMLO dominarán, solo con la posibilidad de que Nueva Alianza se mantenga. De ser así, el país regresaría a las grandes formaciones deterministas.
Y por las experiencias políticas, PRI, PAN, Verde y PRD estarían en la construcción de una gran mayoría legislativa, dejando al partido-movimiento de López Obrador solo atrincherado en algunas plazas del DF y con tasas menores a 5% en la república, aunque con la estridencia y las movilizaciones en las calles.
En todo caso, queda por analizar desde la teoría de los partidos —la antigua y la moderna— el fortalecimiento del Verde y su reorganización interna con una nueva militancia que podría captar a los desencantados del PRI, del PAN, del PRD y del partido-AMLO. Lo extraño es el hecho de que hayan juntado 125 mil firmas para quitarle el registro a un partido que en 2012 acumuló 4.6 millones de votos y que podría aumentarlos en junio.
Por lo pronto, el aumento de la tendencia electoral del Partido Verde en las encuestas está mandando un mensaje que los otros partidos y la estridencia activista no saben cómo leer.