El polémico Jaime Bonilla Valdez apenas tuvo tiempo de comenzar a gobernar y ya hace maletas, con resultados poco apreciados en los planos local y nacional a favor de la 4T.
Luego del intento por prolongar su mandato de dos a cinco años con el apoyo del Congreso estatal, Bonilla colocó a Morena en un escenario sucesorio complejo en un estado tradicionalmente gobernado por el PRI y el PAN que cobró singular importancia al representar la incursión del movimiento lopezobradorista en el norte del país.
La continuidad de Morena en la titularidad del Ejecutivo estatal, en un estado de importancia social y económica peculiares, está en juego en 2021.
El bastión panista que fue Baja California durante tres décadas desde que Ernesto Ruffo Appel llegó a la gubernatura en 1989 y que se mantuvo bajo gobierno albiazul con Héctor Terán, Alejandro González, Eugenio Elorduy, José Guadalupe Osuna y Francisco Vega de Lamadrid pasó a manos de Morena dentro de la lógica de la ola lopezobradorista como una consecuencia clara del movimiento. Pero ya sin el tabasqueño en las urnas el panorama podría complicarse.
No se trata de un estado más: el comercio transfronterizo, el flujo comercial, pero sobre todo el fenómeno migrante que ha hecho de Tijuana un centro cosmopolita colocan a Baja California en una posición estratégica dentro del panorama geopolítico nacional.
En paralelo a la elección intermedia, en la que se renovará la Cámara de Diputados, los bajacalifornianos acudirán a las urnas para elegir 25 diputados locales y renovar los ayuntamientos de Ensenada, Mexicali, Playas de Rosarito, Tecate y Tijuana.
Aspirantes
Como en toda elección estatal la mira de los principales actores políticos de la entidad está puesta en quien consideran el delfín del gobernador Bonilla, en este caso el secretario de Economía, Mario Escobedo Carignan.
Sin embargo, en aras del combate a la corrupción y la transparencia, todo indica que el gobernador Bonilla en particular y Morena en general se verán obligados a buscar otro candidato: en perjuicio de Escobedo pesan dos elementos fundamentales. Primero, que el 2 de enero la Unidad de Inteligencia Financiera de la SHCP abrió una investigación en su contra, así como de Rubén Roa Dueñas, la empresa gasera Blue Propane y su representante legal, Édgar Alan Jaramillo Pérez, por enriquecimiento y obtención de recursos de procedencia ilícita. Y, segundo, en la Secretaría de la Función Pública obra la denuncia con folio 130620-2019 contra Escobedo, Roa, Cynthia Gissel García Soberanes y Jesús Damián Núñez, todos funcionarios del gobierno de Baja California, por la presunta recepción de sobornos.
Las encuestadoras coinciden en un escenario en el que Morena como partido, con Andrés Manuel López Obrador como referente obligado, conserva el respaldo popular, pero llegado el momento de elegir candidato, aunque todo indica que el abanderado de la 4T llevaría una clara ventaja, se tendrá que elegir al mejor hombre o la mejor mujer para asegurar la continuidad del proyecto lopezobradorista en Baja California.
Un ejercicio realizado por Consulta Mitofsky en julio pasado permitió establecer que los ciudadanos sienten más afinidad por Morena.
En torno de la figura de gobernador 38% dijo que votaría por Morena, 14% por el PAN, 7% por el PRI, 21% aún no definía el sentido de su voto y 19% optaría por otro partido o un candidato independiente.
Respecto de una eventual contienda interna en Morena para elegir candidato a la gubernatura el delfín del gobernador Bonilla no aparecía en primer lugar: los más mencionados fueron Marina del Pilar Ávila y Arturo González Cruz.
En ese mismo ejercicio, al plantear cinco supuestos escenarios de votación en 2021 llevando como probables candidatos del PAN a Gustavo Sánchez, del PRI a Jorge Hank, del PRD a Jaime Martínez Veloz, y de Movimiento Ciudadano a Alcibíades García Lizardi, pero variando a cinco probables aspirantes de Morena, los escenarios que mayor preferencia otorgan a Morena son en los que aparecen Arturo González y Marina del Pilar Ávila como candidatos.
Bajo esa perspectiva todo indica que la ola de transformación impulsada por la 4T aún favorece a Morena y sus candidatos, como partido, pero a la hora de definir candidatos el perfil de los aspirantes tendrá un peso especial.
Pero ante todo los resultados y conducción del gobierno por parte del actual mandatario estatal tendrán impacto específico en el ánimo del electorado.