Junto con Coahuila, Hidalgo será el laboratorio electoral para medir la operatividad del proceso electoral más grande de nuestra historia, que podría desarrollarse en un panorama aún de incertidumbre por la pandemia de Covid.
Bajo las condiciones de restricción en la movilidad y la convivencia social impuestas por la pandemia se han modificado los esquemas tradicionales de las campañas en ambos estados. Pero sin duda el caso más interesante por su cercanía con la capital nacional será Hidalgo.
A partir de lo observado, a lo largo de las campañas y el desarrollo de las elecciones se ajustarán las reglas de operación y desarrollo de los comicios intermedios bajo la tutela del árbitro electoral.
De entrada el primer ajuste de importancia es el aval, por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, para que no se interrumpan, como lo dispuso en primera instancia el Instituto Nacional Electoral, las conferencias mañaneras del presidente, por considerar que se trata de un ejercicio informativo y no de propaganda.
Pero sin duda la gran expectativa será definir el papel primordial que jugarán las redes sociales, con un marcado uso del streaming, para el desarrollo de las campañas en sus diversos campos de acción, con lo que los medios tradicionales de promoción del voto se verán rebasados.
Candidatos
El panorama que prevalece en Hidalgo, que hoy gobierna Omar Fayad Meneses, de extracción priista, resulta interesante toda vez que un triunfo de Morena le arrebataría al PRI uno de los estados en los que a la fecha permanece invicto. Sin embargo no todo es halagüeño.
Así, en el panorama local se aprecia que el partido Movimiento Regeneración Nacional ha perdido credibilidad luego de arrasar con las diputaciones locales de hace más de dos años, esto gracias a la popularidad del ahora presidente Andrés Manuel López Obrador.
En la elección de los 84 presidentes municipales tiene 50% de posibilidades de lograr la mayoría de ellos ya que su popularidad ha bajado más de 20% en estos poco más de dos años, de acuerdo con diversas encuestas.
En cambio el PRI, luego de haber perdido la mayoría de diputaciones locales, se agrupó y ahora tiene 45% de probabilidades de lograr una gran mayoría de esos ayuntamientos.
Por la cabecera municipal de Pachuca contiende por Morena Pablo Vargas González —amigo personal del secretario de Hacienda, Arturo Herrera—, elegido por dedazo, ya que había otros mejor posicionados, por lo que puede estar en riesgo la capital hidalguense.
A su vez el PRI tiene como candidato a Sergio Baños y como suplente al exsecretario de la Semarnat, Benjamín Rico Moreno, que tienen buena presencia en barrios y colonias de Pachuca, por lo que se anticipa que el resultado de la contienda electoral será reñido.
En Tulancingo Morena tiene a Damián Sosa Castelán, hermano del cacique universitario, Gerardo, quien está en prisión preventiva por supuesto lavado de dinero en el penal del Altiplano y tiene todo el dinero para poder lograr su cometido. Sin embargo el PRI postuló al exdiputado federal Jorge Márquez Alvarado, quien tiene mucho dinero para pelear ese municipio.
En Mineral de la Reforma está como candidata la esposa del presidente municipal panista, Arely Maya Monsalvo, quien pasó del blanquiazul a Morena gracias a una negociación con Ricardo Baptista González, candidato por el municipio de Tula, a pesar de múltiples protestas.
Ahí el PRI puso un candidato de peso, Israel Félix Soto, quien fue el segundo hombre más importante en la administración de Fayad Meneses y tiene muchas posibilidades de triunfar, de acuerdo con sondeos y voces locales consultadas.
En el resto de los municipios continúan las inconformidades de cientos de morenistas por la imposición y venta de candidaturas, por lo que existe el riesgo de que voten por otro instituto político.