Burbujas subjetivas

Son precisamente nuestros límites humanos los que nos unen, los que nos hacen fraternos. Doménico Cieri Estrada

ALGORITMOS
Foto: macrovector
Columnas
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¿Alguna vez has pensado si todos leemos lo mismo en internet? ¿Si todos vemos los mismos videos? ¿O las mismas cosas? ¿Será que si yo busco algo en Google me sale el mismo resultado que a alguien que vive en Egipto?

De acuerdo con Eli Pariser, CEO del sitio web Upworthy y autor del libro The filter bubble: what the internet is hiding from you, la red está plagada de “algoritmos invisibles que editan los contenidos”.

Gracias a ello nuestra información en la web es cada día más personalizada y nos enteramos de las cosas que nos interesan, mientras que las que en realidad son importantes quedan descartadas.

Por medio de varias investigaciones Pariser se percató de que tanto Facebook como Google usan estos algoritmos y, por ejemplo, a través de tu computadora Google estudia 57 señales distintas de internet que en automático le indican en dónde estás sentado, con qué buscador exploras la web y qué equipo utilizas, entre otras cosas, para darte resultados “a la medida”.

De hecho Eric Schmidt, ex director de Google, lo confirmó al aseverar que “será muy difícil que las personas vean o consuman algo que en algún sentido no haya sido personalizado para ellos”.

Sería poco alarmante pensar que solamente estos dos gigantes usan dichos algoritmos para darnos información editada y dirigida, pero fuentes de información y noticias como Yahoo News, Washington Post, Huffington Post y New York Times también lo hacen. Gracias a ello Pariser indica que el internet se ha convertido en una herramienta que nos muestra lo que cree que queremos ver, pero no necesariamente lo que debemos ver. A esto el autor le acuñó el término de Filter bubble.

Previsible

Una burbuja filtro es el pequeño y único mundo de información en el que habitamos todos online. Lo que se encuentra en esta burbuja depende de dónde vivimos, a qué nos dedicamos, así como a qué le damos clic mientras navegamos en internet.

Algo grave de estos filtros es que nosotros no decidimos qué entra a esta burbuja, y lo peor de todo es que tampoco nos enteramos de la información que se edita y queda fuera.

Si las burbujas filtro cada día nos alimentan con noticias que son relevantes para nosotros de acuerdo a los clics que damos, me pregunto: ¿acaso la información ha dejado de ser objetiva? ¿Será que nuestra forma de pensar y opinar se ha moldeado gracias a nuestra línea del tiempo en Facebook o a las noticias que preferimos ver? ¿En qué momento nos sumergimos dentro de información condicionada que se alimenta por medio de gustos personalizados?

Sin darnos cuenta nos hemos regocijado dentro de un mundo limitado en el cual solamente vemos, leemos, experimentamos y consumimos cosas que nos interesan, mientras que hay un mundo que sin saberlo existe afuera de nuestra red.

Pariser considera que el hecho de tener estos algoritmos hace que nuestra opinión se moldee. También argumenta que si ya contamos con estos filtros sería bueno que por lo menos los buscadores nos enlisten información relevante, importante, incómoda, retadora y con distintos puntos de vista.

Definitivamente coincido con él, ya que al estar limitados por una camisa de fuerza invisible, cualquier “novedad” nos parecerá previsible.

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