Fanatismo feliz

El fanatismo es la mezcla altamente explosiva de extremismo e imaginación. Herbert von Karajan 

VIENDO TV
Foto: Andriy Popov
Daniela Suárez
Columnas
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¿En alguna ocasión has pasado más de cuatro horas viendo una serie? ¿Te has quedado atrapado en un mundo cibernético porque no puedes dejar de mirar? ¿Has amanecido pensando que aprovecharías el día libre y sin embargo ya oscureció y aún sigues viendo tu serie favorita?

Si contestaste afirmativamente a estas preguntas quiere decir que has pasado por el fenómeno conocido como binge watching, término que se refiere a ver series de televisión o películas hora tras hora hasta lograr una sensación de atracón, o bien a manera de que se convierta en un maratón.

Si eres de los que cree que esto está mal y tal vez experimentas culpa por haber invertido tanto tiempo en una sola tarea no te preocupes: resulta que ser fanáticos nos hace más felices… o al menos eso asevera la ciencia.

Un estudio publicado en la revista científica Journal of Happiness Studies y llevado a cabo por José Antonio Muñiz, Javier Lozano y Milagrosa Sánchez para la Universidad Loyola Andalucía llegó a la conclusión de que aquellas personas que somos fanáticas de series de televisión o películas tenemos la capacidad de ser más felices. Para llegar a ello los investigadores utilizaron a una muestra de más de mil personas entre 18 y 46 años en España. El mismo número de hombres y mujeres respondieron a un cuestionario basado en las teorías de Seligman y Peterson.

De acuerdo con estos sicólogos (expertos en sicología positiva y cómo los medios de comunicación contribuyen al bienestar social) existen 24 vías para alcanzar las seis virtudes humanas (sabiduría, curiosidad, apertura, etcétera). A partir de estas teorías los investigadores formularon un cuestionario que incluía preguntas como: “¿Te consideras fan de alguna de estas series o películas?” O “Me motivan aquellas series o películas que me permiten reflexionar y compartir mis creencias”.

Crecimiento

Después de analizar la muestra los expertos llegaron a la conclusión de que quienes se declaran seguidores o fans de cualquier producto audiovisual presentan más actitudes de felicidad eudaimónica. “Esta felicidad es aquella relacionada con sabiduría, curiosidad o creatividad y que, más allá del mero placer, Aristóteles entendió como la plenitud de ser, del alma y la mente”, aclaró José Antonio Muñiz.

Resulta también que los fans vivimos las series como experiencias y desde perspectivas profundas, ya que somos activos con el contenido y quizás hasta en algún momento hemos formado parte de un grupo por el simple hecho de que nos gusta la misma serie.

Tal vez en alguna ocasión hasta hayamos pensado en finales alternos y hayamos escrito una fan fiction o ficción desde el punto de vista de la admiración.

El equipo de expertos también describió a los fanáticos como personas que no nos conformamos solamente con el mero entretenimiento sino que buscamos, además de una buena trama para pasar el tiempo, crecimiento intelectual, cognitivo y socioemocional.

Las series y sagas, además de entretenernos, también son capaces de hacernos pensar, llorar, maravillarnos, enfadarnos y explorar diversas emociones que tal vez no recordábamos. Crean vínculos de amistad y tenacidad para convencernos unos a otros de verlas, nos dan sentido de pertenencia y comunidad y a veces hasta nos enseñan a escapar de nuestra realidad.

¿Y tú, de qué serie te consideras fan?

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