La experiencia nos enseña que en la percepción visual existe una discrepancia entre la realidad física y síquica.
Joseph Albers
Si alguien nos pidiera hacer un retrato nuestro sin conocernos y con base en una descripción que le demos ¿cómo te describirías? ¿Serías duro contigo mismo o tratarías de ser lo más detallado y realista posible? Considero que la mayoría de nosotros seríamos bastante críticos y daríamos descripciones un poco distintas a como otras personas nos perciben.
Creo que muchas veces somos nuestros peores jueces e incapaces de vernos de manera positiva. ¿Pero cómo es que nuestras creencias y actitud sobre nosotros mismos, incluyendo nuestra personalidad y autoestima, influencian estas descripciones propias?
Estas son algunas de las preguntas que se hizo Lara Maister, investigadora en la Bangor University en Gales. Para realizar el estudio publicado en la revista Psychological Science Lara y sus colegas reclutaron a 77 participantes y les pidieron que vieran 500 pares de rostros e indicaran cuáles creían que se parecían más a los suyos.
Al elegir varias caras todas se promediaron para crear un autorretrato. Además de esto los voluntarios contestaron un cuestionario de personalidad, autoestima y les tomaron una fotografía para poder compararla con la descripción que dieron de sí mismos en comparación con las 500 fotos que vieron.
Después el equipo de expertos utilizó un algoritmo de reconocimiento facial para analizar el autorretrato y la foto real de los participantes, lo cual dio una medida de qué tan diferentes eran ambos. Y si bien algunas similitudes sí sucedieron entre la mezcla de rostros y las fotos reales, otros factores externos influenciaron los autorretratos de los participantes.
Para revisar si estos factores eran características de la personalidad los expertos trajeron a otro grupo de personas para que evaluaran los autorretratos con las fotografías y les preguntaron qué tan fuerte percibían los cinco rasgos de la personalidad en cada uno (apertura a nuevas experiencias, responsabilidad, extroversión, amabilidad y neuroticismo).
Vínculos
Los resultados indicaron que tanto en los autorretratos como en las fotos había información visual que permitía a las personas hacer evaluaciones que se relacionaron con la propia evaluación de personalidad de los participantes que hicieron los autorretratos.
El equipo hizo más análisis de los autorretratos y las evaluaciones de la personalidad y halló que si los participantes se evaluaban como muy extrovertidos estos rasgos se reflejaban en mayor escala en su autorretrato, incluso más que en su fotografía. Es decir, para un extrovertido que se describió a sí mismo como tal su imagen mental tenía rasgos exagerados de extraversión. Esto sugiere que la percepción de nuestra personalidad también influencia la imagen mental que tenemos de nosotros mismos.
Y algo curioso que hallaron los expertos es que si preguntan explícitamente la mayoría de nosotros no podríamos relacionar rasgos faciales con rasgos de la personalidad, pero pareciera que tenemos un entendimiento implícito de estos vínculos.
Si bien muchos de nosotros quizás identificamos de manera rápida algo que vemos como negativo en nosotros mismos, con este estudio me doy cuenta de que también somos capaces de crear imágenes positivas de cómo nos vemos. Y tú, ¿cómo te percibes?