Oscuridad

En muchas ocasiones la línea que divide el bien del mal no está perfectamente definida y puede ser subjetiva

El paraíso, de Itzel Enciso
Foto: Mari?n Amucha?stegui
Enrique León
Columnas
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Se dice que es donde se esconde la maldad, el perfecto sitio donde la lascivia fluye aún más y de manera natural. Esa ausencia de luz es donde el maligno mora, desde donde manipula a sus perversos seguidores y ejecuta planes de vileza para encarrilar a pecadores y perversos para apartarlos de la voluntad divina.

Otros afirman que también es la falta de conocimiento de las facultades intelectuales y espirituales, por lo cual quien la tiene o se abriga en ella es fácilmente corruptible y propenso a placeres pecaminosos y mundanos.

¿Pero qué es el mal y cuándo empieza? En muchas ocasiones la línea que divide el bien del mal no está perfectamente definida y puede ser subjetiva, ya que cada individuo, siga o no los cánones, puede interpretar la realidad de acuerdo a sus necesidades e intereses.

Sueño

El Fausto, personaje de la leyenda alemana, da pie a un discurso escénico maravilloso que nos sumerge en un constante cuestionamiento sobre el mal y sus fronteras, no sobre si se debe abrazar sino como reflexión existencial, donde los actores y actrices nos brindan un teatro gestual que lleva a los espectadores a un disfrute visual, mientras son cuestionados intelectualmente.

Tres brujas, dos demonios barbados y un Mefistófeles expectante nos brindan un viaje escénico donde la corporalidad y la gestualidad avasallan la mirada y nos ofrecen una puesta en escena atrevida y conmovedora.

El sueño de la oscuridad, de Roberto Eslava, a partir de textos sobre Fausto de Goethe, Valery, Marlowe, Pessoa y Milton, dirigido por el mismo Eslava, con las brillantes interpretaciones de Xana Sousa, Irene Repeto, Anna Cristina Ross, Jorge Chávez Caballero y Gilberto Alanís, se presenta en el Teatro La Capilla los miércoles a las 20:00 horas. No se la pierda.

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El paraíso, de Itzel Enciso Las relaciones amorosas no siempre son color de rosa, porque la misma vida no lo es. Luchas de poder, poco o nulo entendimiento, un mal día o un reproche pueden llevar la relación a extremos que nadie desea, pero que suceden. Bajo la codirección y actuación de Itzel Enciso y Medín Villatoro, se presenta en el Teatro Lúcido, en el corazón de Santa María la Ribera, los domingos a las 19:00 horas.

La señora Klein, de Nicolas Wright Tres brillantes sicoanalistas (madre e hijas) se enfrascan en una discusión sin tregua sobre una pregunta que puede desquebrajar sus lazos filiales: ¿fue la señora Klein una madre devota o un monstruo que utilizó sus habilidades sicoanalíticas hasta el punto de arrastrar a su hijo al suicidio? Con la dirección de Emoé de la Parra, se presenta los domingos a las 18:00 horas en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico.

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