El presidente López Obrador desea que los mexicanos retornen a los consumos básicos de arroz, frijoles y maíz. A la vez rechaza la comida “industrializada y chatarra”.
Lo dijo el miércoles 17 de junio en su “mañanera”, donde el pasado 11 de mayo planteó también que quien tenga un par de zapatos deje de comprar otros.
Maíz y frijoles han sido alimentos básicos, muy apreciados desde la Colonia hasta los años de 1980, pero mucho antes de esta década empezó la población a mejorar su consumo con carnes, pescados, mariscos y verduras, sin olvidar los frijoles y las tortillas.
Ambas sugerencias sorprenden y la ciudadanía se pregunta si el primer mandatario teme que la pobreza aumente en un periodo breve o sucedan conflictos que compliquen la adquisición de productos básicos.
Si el presidente no explica sus deseos de estrechar los gastos en alimentos, ropa y calzado, los temores crecen. Estos aumentan en tiempos sociales difíciles o en vísperas de conflictos armados, los cuales no se perciben en nuestros días.
¿O acaso puedan ocurrir hechos mayúsculos con motivo de las elecciones federales del próximo año? Por lo pronto, numerosos inversionistas y jefes de familia compran dólares y otras monedas fuertes por si advienen peores problemas.
El primer mandatario gusta de frases que obligan al análisis. No es olvidada la dicha cuando empezó la pandemia que tantos estragos causa: “Nos cayó como anillo al dedo”, dijo. Mucha gente interpretó que esa enfermedad haría olvidar situaciones complicadas como el de ínfimo crecimiento económico, la pobreza y el desempleo.
Remedios
Sin embargo los morenistas pueden dar el remedio. Son tan buenos para la cura de males que sugieren a quienes hayan perdido sus empleos en la pandemia retirar 13 mil 308 pesos de sus fondos de las Afores.
Recomiendan en una iniciativa presentada en la Cámara de Diputados que se reformen las leyes del IMSS y el Infonavit para que los trabajadores despedidos hagan hasta cuatro retiros mensuales, cada uno de tres mil 327 pesos, con lo cual completarían los 13 mil 308 pesos del ahorro per cápita.
Plantea la maravillosa sugerencia de Morena que esos recursos se obtengan de los ahorros de cada trabajador y no les descuenten “mayores retiros” porque “implicarían una pérdida considerable a la tasa de reemplazo en el sistema de pensiones y en la capacidad para otorgar préstamos por parte del Infonavit”.
Es decir, que los ahorros de los trabajadores se acaben y sean cuidados los dineros de partidas del Infonavit para no perder su capacidad de préstamos.
Así son los protectores de la burocracia.