LA FLOR DE LOTO Y LA DIOSA JUSTICIERA

“Un horizonte de posibilidades compartidas sumamente prolífico”.

Guillermo Deloya
Columnas
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Con raíces que se plantan firmes en fondos que parecerían repeler la adherencia, la flor de loto se asoma para relucir magnificencia en la superficie del agua. Y quizá no podría citarse una mejor metáfora para definir a Kamala Harris, esa mujer que se convirtió en fuente de inspiración en un momento de oscuras divisiones y rencillas en el pueblo adalid de la democracia.

En la tierra de los libres y la casa de los valientes la vicepresidenta que palpita en sangre mestiza entre jamaicana e india es hoy por hoy un icono del empoderamiento del género femenino, quien cada día justifica con mayor solvencia su talento y rienda ante el descontrol que surgió de la era trumpista en el país de las barras y las estrellas.

Su presencia, no solo en México sino en cualquier foro, edifica agendas y propicia un interés público que en mucho beneficia los acuerdos. Es el caso de lo ocurrido en su visita a nuestro país en un momento en que se destensan los ánimos electorales y se pactan rumbos renovados después de la pandemia. Porque sencillamente no hay manera de apartar caminos entre dos países cuya relación comercial supera los 630 mil millones de dólares anuales; menos aún hay necesidad de desencuentros cuando hemos convenido de forma tripartita un tratado comercial que impone regulaciones y obligaciones exigibles entre naciones.

Kamala Harris es un buen augurio para la relación bilateral en un momento estratégico. Su presencia en México, si bien es cierto centra la atención en el tema migratorio, trae aparejada una constelación de posibilidades, sobre todo en materia de inversión y coordinación para el fomento al crecimiento económico regional.

Así, destaca el nuevo brío concedido al hasta ahora abandonado Diálogo Económico de Alto Nivel, plataforma que visibiliza de manera crucial los mecanismos de cooperación a efecto de expandir y facilitar la relación económica entre los países. La presencia del DEAN en la mesa de los acuerdos permite adelantar que parte de esa gran recuperación económica estadunidense nos alcanzará de este lado de la frontera a los mexicanos; en estimación de la OCDE 2021 puede ser un año récord de expansión económica para nuestros vecinos, con un crecimiento aproximado de hasta 7%. He ahí un espacio de oportunidad que se ensancha aún más con la aprobación en el Senado norteamericano de una ley para el fomento y respaldo de la inversión federal expansiva.

Perspectiva

Lo anterior significa la búsqueda de nichos de oportunidad para la creación de empresas multinacionales, con distintos clusters de producción, principalmente en países aliados. Veremos en próximos años, con seguridad, el florecimiento de nuevas compañías apostadas a la innovación y a la tecnología, mismas que buscarán constituirse en diques de contención al avance que Asia tiene y previsiblemente tendrá en dicho ramo.

Pero la prosperidad compartida no llegaría sola sin la preparación necesaria; por ello este primer paso es un bálsamo y un llamado a alinear objetivos entre nuestros países, que además destensa los episodios percibidos como desencuentros que en pasados días se ventilaron.

Es de celebrarse que la presencia de la vicepresidenta no tan solo haya sido tersa y esperanzadora sino que además haya traído un horizonte de posibilidades compartidas sumamente prolífico. Pero al igual Harris deja claro que para los temas álgidos existe rigor y mano firme. Es el caso del fenómeno migratorio, donde el combate al crimen que lucra con el tránsito de personas debe atacarse desde una perspectiva multifactorial. También queda en relevancia la política norteamericana de combate frontal a las organizaciones delincuenciales y el abatimiento de la criminalidad en las zonas fronterizas. En todos los temas el entendimiento y la firmeza son la constante observada.

En un trabajo autobiográfico Harris no recata su admiración por la deidad Kali, guerrera protectora de los desamparados e implacable justiciera en la religión hindú. Misma tónica aplica la vicepresidenta en su actuar. Por otra parte Kamala en sánscrito significa “loto”; se apareja ese concepto a la personificación de la armonía y la generosidad. Así vemos a una vicepresidenta con una dualidad reconocida en esta visita: esperanza en lo venidero y firmeza para lo necesario.