El análisis es de Guillermo Barba. Lo resumo aquí lo más posible. El título lo dice todo: IVA al oro devaluaría al peso (puedes verlo completo en http://inteligenciafinancieraglobal.blogspot.mx): “La reforma hacendaria propone eliminar la tasa 0% de IVA en la enajenación de oro… Se derogaría así el inciso aplicable de la ley del IVA… Pero la iniciativa exhibe tanto errores como un total desconocimiento respecto de cómo funciona el muy peculiar mercado del oro… El oro no es una mercancía más, sino la materia prima del dinero”.
La Ley Monetaria “así lo reconoce al dar categoría de moneda de curso legal a las onzas de oro y plata, que tienen poder liberatorio por el equivalente en pesos de su cotización diaria establecida por el Banco de México... Con la reforma como está, Hacienda daría un tratamiento diferenciado a este metal precioso monetario, pues quedarían sin el gravamen las operaciones en lingotes al menudeo, las monedas áureas que hayan tenido antes el carácter de moneda nacional o extranjera y las onzas troy Libertad… Pero al adquirir el insumo la Casa de Moneda tendría que pagar IVA, teniendo así un costo mayor, el cual se reflejará en una subida de precios para el consumidor final… Se impondría de facto un ‘impuesto al dinero’”.
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En cuanto a los lingotes, “se daría un incentivo a la informalidad porque la compra de estos al menudeo permitiría darle la vuelta al IVA. Nadie querrá comprar un oro más caro del precio que se paga en los mercados internacionales… Hacienda pretende que exista un precio del oro más alto para el sector formal, algo que no se aceptará en la práctica del mercado. La existencia de un ‘tipo de cambio’ para el oro con IVA y otro sin él, será un rotundo fracaso… Una cotización más cara significa una devaluación del peso mexicano en 16% para transacciones formales en oro, para las que se requiere una factura. El peso valdría menos en México”.
Para que los pesos de las empresas nacionales siguieran “teniendo su poder adquisitivo a 100%, tendrían que adquirir su metal en el extranjero… Casi la totalidad de su producción minera estaría condenada a exportarse… El oro se refinaría en el extranjero y regresaría importado con la exención… Las empresas mexicanas terminarían importando oro que fue extraído del subsuelo nacional, solo para darle la vuelta al fisco”.
Hacienda “va a aprender a la mala que no es tan sencillo lidiar con el oro; antes, debería conocer los costes que deberá asumir al adentrarse en esas ‘arenas movedizas’… Los costos son superiores por mucho a los presuntos beneficios… Sería un innecesario y costoso error, entre muchos otros de la propuesta hacendaria… Antes que pensar en expandir su gasto y la deuda, el gobierno debería ajustarse el cinturón… El contexto internacional es de crisis en la economía y no acabará pronto, por lo que bien haría en tomar medidas pensadas para el futuro y no solo para el corto plazo”.