CBDC: AHÍ VIENE (2)

“Los gobiernos eligen la tecnología DLT porque aún pueden mantener el control sobre ciertos aspectos”.

Guillermo Fárber
Columnas
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En lugar de una base de datos central que almacena todos los registros financieros de las personas, DLT se compone de varias copias de este historial de transacciones, cada una almacenada y administrada por una entidad financiera separada, y generalmente administrada desde arriba por el banco central del país. Estas entidades financieras comparten DLT de manera distribuida.

De hecho, esto se conoce como una cadena de bloques con permiso porque solo unas pocas entidades selectas pueden acceder y/o alterar la cadena de bloques.

Además, las entidades centrales controlan quién tiene acceso a la cadena de bloques y qué pueden hacer con ella.

Por ejemplo, la entidad central podría decidir que Alice solo puede leer la cadena de bloques, mientras que Bob puede modificar y leer la cadena de bloques.

Esto contrasta con una cadena de bloques sin permiso, como Bitcoin, que permite a cualquier persona ejecutar el software y participar en el envío de transacciones en la red. Ninguna entidad central puede rechazar a los usuarios.

Centralizado: ¿en qué se diferencian las CBDC de las criptomonedas?

Hay una razón por la que los CBDC eligen esta cadena de bloques autorizada. Aunque DLT tiene algunas similitudes con Bitcoin (BTC, -11.28%) y otras criptomonedas los objetivos son muy diferentes.

Bitcoin y otras cadenas de bloques públicas como Ethereum (ETH, -16.03%) son únicas en el sentido de que ninguna entidad central o grupo de entidades (como es el caso de DLT) está a cargo. Por lo general esa no es una propiedad que sienta bien a los gobiernos.

Control

Los gobiernos eligen la tecnología DLT porque aún pueden mantener el control sobre ciertos aspectos como los siguientes.

Oferta Bitcoin tiene un límite de 21 millones de bitcoins integrado en el protocolo y es muy difícil, quizás imposible, cambiar este límite. En contraste, cada gobierno tiene un banco central que está a cargo de la oferta monetaria del país. Estos poderosos bancos eligen cuándo retirar o agregar dinero a la oferta, como para estimular la economía en tiempos difíciles y establecer tasas de interés nacionales, entre otras tareas. Estos roles no van a cambiar con los CBDC.

Quién lo administra Una entidad central elegirá qué entidades financieras participan en la administración del libro mayor distribuido. Esto difiere de Bitcoin, que permite que cualquier persona ejecute el software sin permiso.

Menores costos y mayor eficiencia Los defensores afirman que debido a la forma en que las CBDC se estructuran bajo el capó, podrían generar costos más bajos para transferir dinero. La idea es que con una CBDC las entidades financieras están más conectadas, lo que crea una forma más sencilla de mover el dinero que el sistema financiero desarticulado que existe hoy.

Seguimiento de pagos Los DLT proporcionan un registro completo de todas las transacciones. Algunos gobiernos, como China, que es conocida por su extenso aparato de vigilancia, potencialmente querrán usar esta información financiera para controlar más estrictamente a sus ciudadanos.

Diferentes gobiernos se inclinan por distintas políticas a este respecto. Por ejemplo, la Reserva Federal de Estados Unidos parece más ansiosa por preservar la privacidad de los ciudadanos estadunidenses en caso de que adopte una CBDC (versión “oficial” tomada de https://www.coindesk.com/what-is-a-cbdc).