LA REVOLUCIÓN DEL DINERO BASADO EN MATERIAS PRIMAS

“Evidencia inflacionaria de expansión crediticia”.

Guillermo Fárber
Columnas
Copia de COLUMNAS (1920 × 1080 px).png

“A pesar del enorme agujero en la red de sanciones contra Rusia, Occidente no intenta otra opción política que endurecer las sanciones aún más. Pero la respuesta de Rusia es devastadora para el sistema financiero occidental. En dos anuncios simples, vinculando el rublo al oro para las instituciones crediticias nacionales e insistiendo en que los pagos por energía solamente se aceptarán en rublos, está llamando al final de la era del dólar fiduciario que gobierna el mundo desde la suspensión de Bretton Woods en 1971.

“Hace poco más de cinco décadas el dólar asumió el papel de activo de reserva global del oro. Después de la década de 1970, que fue de volatilidad de las divisas, las tasas de interés y los activos financieros, todos nos acomodamos en un mundo de creciente financiamiento.

“El Big Bang de Londres a principios de la década de 1980 allanó el camino para los derivados regulados y la década de 1990 vio el auge de los fondos de cobertura y las puntocom. A esto le siguió una explosión de derivados extrabursátiles no regulados en cientos de billones y titulizaciones que golpearon el bache de la quiebra de Lehman”.

De la magia a la realidad

“Desde entonces la expansión del crédito global para actividades puramente financieras ha sido notable, creando una burbuja de activos financieros que rivaliza con todo lo visto en la historia de los excesos financieros. Y junto con la supresión estadística del efecto sobre los precios al consumidor, el cambio de recursos económicos de Main Street a Wall Street ha ocultado la evidencia inflacionaria de expansión crediticia de la mirada del público”.

“Todo eso está llegando a su fin con una nueva mercantilización, lo que el respetado analista de flujos Zoltan Pozsar, de Credit Suisse, llama Bretton Woods III. En su enumeración, la primera fue suspendida por el presidente Nixon en 1971 y la segunda corrió desde entonces hasta ahora, en que el dólar ha mandado indiscutiblemente. Eso nos lleva a Bretton Woods III.

“La insistencia de Rusia en que los importadores de su energía paguen en rublos y no en dólares o euros es un desafío directo al dólar. No hay opciones para los ‘no amistosos’ (la descripción de Rusia para la alianza unida contra ella). La Unión Europea, que es el mayor importador de gas natural ruso, o se muerde una mano o busca en vano alternativas insuficientes. La opción es comprar gas natural y petróleo a precios razonables en rublos o subir los precios en euros y aún así no obtener suficiente para mantener sus economías en marcha y a sus ciudadanos cálidos y móviles. De cualquier manera, parece que Rusia gana y la UE pierde”.

La revolución de la moneda de los productos básicos. David Haggith, por Alasdair Macleod.