LIMITACIONES DEL PIB (3)

“Casi todos los gobiernos nacionales han caído en la trampa de contar y medir sin comprender las consecuencias”.

Guillermo Fárber
Columnas
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“El crecimiento económico solo es beneficioso en la medida en que concilie las necesidades de la sociedad, consolidando la estabilidad y aumentando la sensación de bienestar. La economía es una herramienta para servirnos; no es un semidiós al que la sociedad debe servir.

“Doy tres ejemplos específicos de cómo hemos destruido profundamente nuestra estabilidad social al utilizar herramientas económicas modernas mal concebidas.

“Esos tres casos son el libre comercio global, la agricultura intensiva y la energía nuclear. Todos son productos puros de la Ilustración y como tales son venerados por la ‘sabiduría convencional’ de moda.

“¿Conoce algún líder nacional que entienda estos problemas?

“Son raros. Casi todos los gobiernos nacionales han caído en la trampa de contar y medir sin comprender las consecuencias. En Francia durante los últimos 20 años el PIB aumentó 80%, un desempeño espectacular. Y sin embargo durante este mismo periodo el desempleo creció de 420 mil personas a 5.1 millones (una proporción equivalente a más de 22 millones de personas en EU). Ese hecho debería incitar al gobierno a reconsiderar sus políticas.

“Por desgracia eso no sucede. Lo que escuchamos es que si pudiéramos tener 1% de crecimiento adicional del PIB todo se salvaría. En Reino Unido, a pesar de un crecimiento del PNB de 97% entre 1961 y 1991 el número de personas que vivían en la pobreza pasó de 5.3 millones a 11.4 millones”.

Alternativas

“Sin embargo de vez en cuando, en algunos casos improbables, uno se encuentra con un pensamiento diferente. Yo una vez visité la pequeña isla de Anguila en las Indias Occidentales, que tenía una población de nueve mil personas. Almorcé con el entonces primer ministro. La isla es muy hermosa. Tiene largas playas de arena blanca y gente hospitalaria. Le pregunté sobre sus planes para el desarrollo de la isla. Esto es lo que él respondió: ‘Esta isla es nuestra isla y estamos muy felices viviendo aquí. Tenemos dos alternativas. O podemos desarrollarnos a un ritmo razonable y de una manera que proporcione buenos empleos y bienestar a nuestra gente, o podemos elegir la política que se aplica en prácticamente todas nuestras islas vecinas, buscando un rápido desarrollo. Después de mucho pensar elegimos la primera de estas dos políticas. Si hubiéramos decidido desarrollar el turismo lo más rápido posible y construir grandes hoteles y complejos de apartamentos uno al lado del otro, entonces tendríamos que adoptar una política de inmigración masiva para poder operar tal economía. Nos dimos cuenta de que sería inevitable convertirnos en una minoría en nuestro propio país. Y no nos salvaríamos de un crecimiento de la delincuencia, el tráfico de drogas y otras tragedias sociales que parecen ser los efectos inseparables de un rápido desarrollo, turismo e inmigración sustancial. Nuestra isla ya no sería la misma. Es por eso que siempre he buscado que estemos contentos con un desarrollo capaz de producir buen empleo para nuestra gente, mientras que al mismo tiempo se mantenga nuestra forma de vida’.

“Por supuesto este hombre tenía oponentes políticos que sostenían el punto de vista opuesto ya que en las islas vecinas el precio de la tierra urbanizable se estaba disparando (http://www.sirjamesgoldsmith.com/wp-content/uploads/2015/01/The-Trap-Sir-James-Goldsmith.pdf)”.