LA SEDENA EN UN VIDEOJUEGO

“Una estrategia empleada en la realidad”.

Ignacio Anaya
Columnas
CALL OF DUTTY MEXICO

En el mundo de los videojuegos el nombre Call of Duty es muy bien conocido por la comunidad de jugadores en gran parte del globo. La famosa franquicia es una de las más exitosas en la historia y sus juegos superan los millones en ventas sin mayor dificultad cada año.

El 28 de octubre salió su más reciente título: Modern Warfare II (no confundir con la versión del mismo nombre de 2009) y en solo tres días generó 800 millones de dólares en ganancias. Más de un millón de personas lo han jugado a lo largo de estos días. Entre sus aspectos destacados se encuentra el modo de campaña, una historia ficticia de carácter militar; y es ahí donde entra México: es la primera vez que el país aparece en la franquicia, justo en un momento en que los debates en torno de la militarización siguen calientes.

Sin querer entrar en muchos detalles, diré que una considerable parte de la narrativa del videojuego toma lugar en la frontera entre México y Estados Unidos, donde se encuentra una ciudad ficticia llamada Las Almas, la cual incorpora elementos de ciudades como Ciudad Juárez y Nogales. El territorio está bajo control del Cártel de las Almas.

Hay elementos que no distan mucho de la realidad de varios poblados que controlan el narcotráfico en el país. En una escena en la que los protagonistas, un equipo internacional de fuerzas especiales, recorren en un todoterreno las calles de Las Almas, por ejemplo, se encuentran con narcomantas, cadáveres y sujetos del cártel siendo generosos con la población local, a lo que uno de los miembros menciona: “El narco usa la generosidad para ganarse al pueblo”. Una estrategia empleada en la realidad por estos grupos.

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La cosa se pone más interesante cuando sale el Ejército Mexicano, pues resulta ser uno de los antagonistas del videojuego. En la historia, parte de las Fuerzas Armadas Mexicanas son representadas como corruptas y bajo el control del cártel. De hecho, hay misiones donde el jugador se enfrenta a soldados mexicanos, caracterizados por el uniforme verde y vehículos inspirados en los que usan las tropas verdaderas.

Cabe mencionar que uno de los principales aliados de los protagonistas son las Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano, conocidas en el videojuego como Los vaqueros; ellos representan a los mexicanos que luchan contra el cártel y la corrupción en México. Incluso el videojuego pone a ambas partes en conflicto: a las Fuerzas Especiales contra el Ejército.

Ante esto conviene ver la imagen de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que se muestra a millones de jugadores, especialmente la gran cantidad de mexicanos jugando en estos momentos el videojuego.

Para muchos la filtración de documentos de la Sedena pasó desapercibida o simplemente no le dieron demasiada importancia. Asimismo, la cuestión de la militarización no ha hecho tanto eco en las preocupaciones de varios. ¿Pero qué pasa cuándo se representa al Ejército Mexicano corrupto y del lado del narcotráfico en un videojuego que juegan millones de personas en México?

La nueva entrada de la franquicia muestra a un país cuya sociedad en ocasiones prefiere no ver, por más ficticia que sea la historia. Y para variar, ahora con el tema de la militarización en debate, llega un videojuego a darle una mala imagen al Ejército Mexicano.