México ocupa la presidencia del XXX Ciclo de la Conferencia de Ejércitos de América (CEA), que incluye a los representantes militares de la mayor parte de los países del continente. Es muy importante considerar que el secretario de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos Zepeda, ocupará ese cargo durante el siguiente año, justo en el cambio de gobierno y ante una previsible y necesaria revisión de la estrategia aplicada hasta ahora en la lucha contra el crimen organizado.
La visita de los integrantes de la CEA inició el pasado lunes 10 en el Salón del Alto Mando, en las instalaciones de la propia Sedena.
Dentro de los principales objetivos de la organización se encuentra el compromiso para establecer protocolos de entendimiento y acercamiento, con la finalidad de fortalecer la democracia y los derechos humanos en cada nación.
También, y aunque hay avances sustanciales a nivel bilateral, la formalización de medidas de confianza mutua multilaterales se encuentra entre las metas de un continente que desde 1995 no observa un conflicto entre Estados (Perú y Ecuador protagonizaron aquel año una breve escalada de tensión diplomática y militar, que sin llegar a ser una guerra en sentido estricto sí movilizó todos los recursos disponibles de la comunidad continental para apaciguar a los bandos en conflicto).
Para México, al serle conferida la presidencia bianual en 2012 luego de casi seis años de sobrexposición de las Fuerzas Armadas en tareas de apoyo de seguridad pública en auxilio a la población y a petición de la autoridad civil, sin duda se trata de un aval del conjunto de los ejércitos a lo hasta ahora hecho en este caso específico por el Ejército mexicano.
Cohesión
La diplomacia militar mexicana ha observado en estos años un notable crecimiento en su ámbito de acción y proyección, por lo que el encuentro de la semana anterior de la Conferencia de Ejércitos de América viene a confirmar esa nueva e interesante realidad.
Con la presencia de los comandantes de ejércitos y en algunos casos con los representantes de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay, además de una delegación de la Junta Interamericana de Defensa, este Ciclo ofreció la posibilidad de un intenso y profundo intercambio de puntos de vista y de experiencia en problemas y materias afines.
Palabras y conceptos clave como cooperación, confianza, transparencia e interoperabilidad guiaron los trabajos para procurar encontrar vías de comunicación eficiente ante los antagonismos que confrontan al Estado.
Ante la complejidad de la problemática contemporánea, el secretario de la Defensa Nacional, general Cienfuegos Zepeda, precisó en su mensaje de bienvenida la relevancia que tiene para las Fuerzas Armadas en general el compromiso con el pleno ejercicio de las garantías individuales y, en consecuencia, el respeto a los derechos humanos como base fundamental de la democracia.
En el inicio de una administración, y en medio de una muy difícil situación en materia de inseguridad pública, las Fuerzas Armadas de México seguirán en la primera línea de contención y sometimiento de la delincuencia organizada y común. Por eso es indispensable que la cobertura jurídica sea la adecuada y que al contar también con el reconocimiento continental, el Ejército mexicano siga desempeñando las principales funciones para restablecer el Estado de Derecho y la cohesión social.