Así como en el sexenio 2006-2012 (centenarios de los inicios de la Guerra de Independencia y de la Revolución Mexicana) o en el subsecuente 2012-2018 (centenario de la Constitución y creación del Ejército mexicano), ahora también viene una lista de efemérides muy importantes para el surgimiento, creación y consolidación de México como nación independiente.
El presidente de la República desde el pasado sábado 26 y durante la conferencia matutina del miércoles 30 se encargó de dar a conocer fechas específicas para el simbólico 2021, que además incluye el proceso electoral más concurrido en la historia de nuestra democracia (poco más de 23 mil cargos).
Se conmemorarán, dijo Andrés Manuel López Obrador, los 700 años de la fundación de México-Tenochtitlán, los 500 años de la caída del Imperio Azteca, y los 200 años de la consumación de la Independencia.
Pero también hay efemérides que conciernen a la consolidación del Estado mexicano a partir del proceso de formación de sus Fuerzas Armadas: el 4 de octubre de 1821 se crea el Ministerio de Guerra y Marina ya que ningún Estado en su surgimiento y proyección puede carecer de la capacidad disuasiva de las armas, por un lado, para imponer el orden interno (primera fase) y, por otro, para garantizar la inviolabilidad de su territorio, mares y con el paso del tiempo de su espacio aéreo (segunda fase).
El mismo presidente, en un video dado a conocer el sábado 26 por la mañana, acompañado por el almirante secretario de Marina, Rafael Ojeda Durán, rememoró también desde el Puerto de Veracruz —teniendo de fondo la construcción del fuerte y cárcel de San Juan de Ulúa— que la efectiva consumación de la Independencia se dio el 23 de noviembre de 1825, cuando el capitán de fragata Pedro Sainz de Baranda logró la rendición de los españoles que mantenían ese último reducto como posesión colonial. Una fecha muy importante, referencia para un país que comenzaba a ser motivo de presiones y amenazas de las potencias europeas de la época e incluso por parte de Estados Unidos.
Respuestas
Desde luego que cada país cuenta con eventos y fechas señeras en su formación. La coincidencia cronológica del sexenio 2018-2024 con acontecimientos de verdad seculares debiera servirnos para analizar una manera de procesar los enormes desafíos que hoy por hoy muy pocas generaciones de mexicanos habían enfrentado.
Considerando las prolongadas y mortíferas guerras internas (destacando la de Reforma o de los Tres Años, así como la Revolución Mexicana), y las numerosas invasiones, resulta indispensable reconocer que los antagonismos que enfrenta el Estado mexicano en los albores de la tercera década del siglo XXI requieren de respuestas, a la vez que innovadoras, sustentadas en las capacidades de la misma sociedad.
El mundo se mueve en parámetros de incertidumbre y crecientes intolerancias, lo que provoca un ambiente de desconfianza respecto del porvenir; construir certezas mediante el recurso histórico es una opción que ni como gobierno ni como sociedad podemos dejar pasar de largo. En esa dinámica la historia de las Fuerzas Armadas de México contribuye a establecer bases de certidumbre y de una consolidada trayectoria institucional. Eso debemos tener en cuenta en medio de este contexto donde la seducción de la inmediatez o el extravío de los objetivos a mediano y largo plazo pueden provocar la pérdida de los referentes colectivos y obstaculizar la construcción de comunidad.