Las críticas a la gestión del Instituto Nacional Electoral son válidas en el marco de una legislación opinable, siempre y cuando no se oculten otras y verdaderas intenciones.
Dos sesiones consecutivas del Instituto Nacional Electoral (INE) han sido abandonadas por siete de los diez partidos que integran nuestro sistema de organizaciones políticas en México. Solo han permanecido en su sitio el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Verde (PVEM) y el Partido Nueva Alianza (Panal).
El argumento para la ausencia de los otros siete, incluidos el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática, es que aducen que el Consejo General del INE ha sido parcial en sus decisiones, ha favorecido al PVEM y de esa forma a su aliado, el PRI.
Los señores de los partidos grandes que se han ausentado son de memoria selectiva. En 2009 el PAN hizo lo que hoy reclama que con apego a la ley ha permitido el instituto electoral actual, que es el compartimiento de logros de un partido que cumplió con sus compromisos legislativos asumidos en la campaña electoral previa. Lo mismo ha hecho el PRD con sus asambleístas y jefes delegacionales en el Distrito Federal.
Si el PRI ha permitido que el PVEM publicite como propios logros que fueron conjuntos de la alianza, el PRI sabrá por táctica y estrategia sus razones. Lo cierto es que como dice la propaganda del Partido Verde ellos asumieron esos compromisos en la campaña de 2012, ellos hicieron las propuestas y convencieron a las otras fuerzas políticas de que las aprobaran casi por unanimidad.
Otro hecho real es que a diferencia del Partido Verde, sobre todo en el caso del PRD, otros partidos no pueden divulgar logros de sus compromisos de 2012 porque la postura legislativa del PRD a lo largo de dos años y tres meses ha sido prácticamente del NO a todo. No es cierto que el Pacto por México se haya fincado en su aquiescencia. Falso.
Todas las piezas legislativas de importancia fueron aprobadas por el PRI, el PAN y el Verde, y lo poco o mucho que haya avanzado el país en materia de reformas se les debe exclusivamente a esos partidos, salvo la hacendaria, que algunos todavía discutimos con encono e inconformidad.
Intereses
Hay otro factor adicional que mencionar: desde un punto de vista de publicidad la campaña de los legisladores verdes es la única diseñada con inteligencia. Es la única campaña que ofrece a la opinión pública metas y realizaciones concretas. Ninguna otra.
Ninguna, de manera que si a la legalidad que se está discutiendo en tribunales sobre la campaña del Verde se le agrega el talento de sus comunicadores, es entendible el enojo y la frustración de sus opositores.
En esta insurrección de la mayoría de los partidos parecería haber algo más inquietante y desgastante. Se habla de un bloque de consejeros que controla las decisiones del instituto, lo que deslegitima sus decisiones y eventualmente los resultados del próximo 7 de junio.
México no puede seguir construyendo árbitros electorales y reglas cada vez que un actor político de peso pierde y se proclama la necesidad de la nueva conformación del instituto electoral y de reglas distintas para la elección siguiente, acompañada cada una de esas modificaciones de un creciente ejercicio de gasto para los contribuyentes.
Las acusaciones contra el INE serían en este caso un pretexto para tener consejeros y reglas a modo de los intereses de algunos funcionarios partidistas que han hecho de sus intervenciones en el Instituto Nacional Electoral un modo de vida personalmente rentable y problemático para el país. No hay una crisis del INE; hay una crisis de talento en algunos de los partidos inconformes.