A partir de la complejidad política, económica, social y mediática de los últimos meses muchos analistas piensan que la elección federal intermedia puede ser muy indicativa del devenir electoral del país hacia 2018. Tal vez así sea, pero si nos atenemos a encuestas recientes el resultado de la elección federal podría arrojar un saldo ambiguo y confuso que podría ser indeciso en un análisis prospectivo.
Quizá —desde un punto de vista analítico— las elecciones de este año revistan más interés y mayor pertinencia para los años que vienen en lo relacionado a elecciones locales de estados y municipios.
En 2015 estarán en disputa nueve gubernaturas. Sin ánimo discriminatorio, pero con realismo político y económico, hay que mencionar antes que nada la gubernatura del estado de Nuevo León. Las otras entidades con elección de gobernador son Baja California Sur, Campeche, Colima, Michoacán, Querétaro, San Luis Potosí y Sonora. Mención por separado amerita la elección de gobernador en Guerrero, que algunos se empeñan en impedir y es de esperarse que la autoridad garantice su realización.
Los estados enlistados, a excepción de Nuevo León, no son de los más poblados del país. Sin embargo, los escenarios para 2018 se construyen a partir de agregados poblacionales, de la suma nacional de votantes, y no por distritos donde se pueden presentar fenómenos de subrepresentación o sobrerrepresentación.
Por esa razón tal vez haya que prestar mayor atención a las elecciones municipales, en las que sí se incluyen algunos de los estados y municipios con mayor número de votantes en el país. Son más de mil los que estarán en disputa (se incluye en esos mil, por equivalencia, a las 16 delegaciones del Distrito Federal). Esas elecciones se realizarán en entidades estratégicas desde un punto de vista demográfico y por tanto electoral, como el ya mencionado Distrito Federal, Guanajuato, Jalisco y la joya de la corona para los partidos políticos a nivel municipal, que es el Estado de México.
Bordar fino
Las elecciones municipales tendrán lugar en 17 estados, faltando entre los más poblados del país únicamente Veracruz y Puebla. En los demás, donde sí habrá elecciones, se podrá tener un termómetro no solo del ánimo del elector sino también de la relativa eficacia de las estrategias de cada uno de los partidos políticos y de su efectiva competitividad.
Habrá otros datos que permitirán formular líneas de investigación. Una de ellas, suponiendo que las hipótesis de expertos sean correctas, es que en los estados donde habrá elecciones locales y no solo federales la votación promedio será más alta que en aquellas entidades donde solamente habrá elección para Cámara de Diputados federal. Si esa hipótesis se cumple habrá que recurrir a otra hipótesis que manejan estudiosos del tema en el sentido de que a menor participación total, porcentualmente hablando, el PRI consigue en términos relativos mejor porcentaje de la votación total emitida. De manera que se podría medir la fuerza relativa del partido gobernante para la segunda parte del sexenio.
En cualquier caso no se pueden tener muchas expectativas de la elección federal. El gobierno ya realizó legislativamente sus principales reformas. Al Congreso, y en particular a la Cámara de Diputados, corresponderá principalmente la elaboración del Presupuesto Anual de la Federación en una etapa que se prevé de astringencia económica. Por eso para el análisis será recomendable y necesario bordar muy fino en la investigación de lo local.