GOBIERNOS MÁS SOLIDARIOS Y EMPÁTICOS

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Columnas
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Este 2020 ha sido un año difícil y atípico en el que muchos se han visto afectados por los estragos del Covid-19 y los grandes índices de mortalidad, pero también por las cuestiones económicas que derivan en cierre de comercios, pérdida de empleos o en que las personas se queden sin ningún ingreso para satisfacer las necesidades básicas de alimentación.

Durante el primer trimestre del año el mundo vivió meses complicados por los contagios masivos y la instrucción de casi todos los gobiernos para entrar en confinamiento y así detener la ola de contagios; meses que representaron grandes dificultades por no saber a ciencia cierta lo que sucedía y por todas las implicaciones económicas que traería consigo.

Ante esta situación, y dentro de las medidas que los gobiernos buscaron brindar, se tiene el ejemplo de Estados Unidos y de países europeos que optaron por tomar medidas para contrarrestar los efectos en la economía, principalmente apoyos al empleo y a la ciudadanía, a las empresas y empresarios, con subsidios, exención de pagos de cuotas patronales, beneficios para pequeñas y medianas empresas, seguros de desempleo y bonos para trabajadores del sector informal.

En el caso de México el gobierno decidió incrementar fondos a programas sociales, pero hay sectores a los que la ayuda no llegó o no fue suficiente ya que aproximadamente más de 30 millones de personas no tienen un empleo formal sino que viven al día con lo que ganan por la venta de sus productos o servicios y ante el confinamiento el resultado representó la pérdida total de sus ingresos.

Repunte

Los meses posteriores, el segundo semestre del año, ya con una nueva normalidad, medidas sanitarias y actividades económicas limitadas y poco a poco reinstaladas los estragos aún eran plausibles y severos. Y entre ellos era importante comenzar a trabajar para prever un nuevo caos y salir avante o lo mejor librados al final del año ya que en estos últimos meses el mundo podría sufrir una nueva ola de contagios y un nuevo confinamiento.

Así ocurrió. Primero en naciones europeas como Alemania, Francia o Italia, que nuevamente decretaron un confinamiento por el desborde y un posible colapso sanitario. Cuestión que más tarde sucedería en nuestro país, en especial en la Ciudad de México y el Estado de México: un repunte exorbitante de contagios, con hospitales abarrotados y personal de salud insuficiente.

Es México uno de los países que más se ha visto afectado por el alto número de contagios y muertes. Era necesario que el gobierno ya tuviera previstas estas situaciones y, por lo menos, se replanteara la forma de intervenir en la economía y apoyar a las empresas y empresarios, no solo incrementando los fondos a programas sociales, que no logran cubrir las necesidades de todos, sino buscando prorrogar plazos en pagos de impuestos, generación de empleos, ayudas al comercio informal que es de lo que muchos se sostienen e incluso apoyos o bonos para satisfacer las necesidades más básicas de alimentación para ese sector informal que día a día vive una dura realidad y en el que la trágica frase “si no morimos de Covid nos morimos de hambre” se convierte en un hecho.

Resulta en verdad lamentable esta situación. Y aunque ya se vislumbran en las próximas semanas etapas de vacunación, aún son meses difíciles para muchos: no hay que olvidarse de esas personas. En estos tiempos tan complicados se necesita de gobiernos más solidarios y empáticos con la sociedad civil, con las empresas, que sepan guiar, negociar, establecer políticas públicas adecuadas y sobre todo resolver de manera eficiente los problemas.

El gobierno tiene una gran responsabilidad y una enorme deuda con los más desprovistos. Hoy más que nunca se necesita de un gobierno alejado de divisiones, cerrazones, politiquería; necesitamos un gobierno con ideas, con innovación y con acciones para construir un mundo mejor.

Sin duda 2021 será el año de la vacuna pero también deberá ser de reconstrucción y de poner en práctica todo lo aprendido. Por lo pronto sigamos cuidándonos, contribuyendo y apoyando a quien más lo necesite. Son tiempos difíciles pero solo juntos saldremos adelante. ¡Felices fiestas y próspero Año Nuevo!

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