El gran proyecto social y ambiental de Joe Biden pasa por una etapa de penumbra y parece tocar sus cimientos por la falta de negociaciones en la cámara alta estadunidense después de las declaraciones del senador demócrata Joe Manchin, quien rompió la ajustada mayoría de su partido diciendo que no votará a la ley para el gasto social conocida como Build Back Better (“Reconstruir mejor”).
Este proyecto consiste en un plan de 1.75 billones de dólares, que busca establecer distintos créditos fiscales para los hogares e inversiones sustanciales para reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Se pagaría con impuestos más altos para los más ricos y las grandes corporaciones.
Sobre el paro de este proyecto, si bien representa un primer obstáculo, también representa una nueva oportunidad para negociar y renegociar el plan legislativo.
Dentro del mismo Congreso se pronuncian sobre el rechazo de Manchin pidiendo a sus similares ignorarlo por completo y así tomar acciones en la promulgación de una parte de la agenda nacional del presidente Biden, toda vez que después de múltiples concesiones para convenir los intereses centristas del Senado los progresistas ya no están en la actitud de alterar más su proyecto de ley.
La postura de Manchin es clara: un rotundo no y su posición de rehacer todo el proyecto; y si es así, tal vez lo vote. Evidentemente este tipo de complicaciones no tienen un único camino y dentro de las mismas conversaciones y negociaciones es lo que buscan.
Dialogar
Podría ser el fin de ese proyecto social, pero el punto es conciliar y estar en el entendido de que muchas veces se gana perdiendo. Esto no implicaría que se abandone el proyecto de ley sino que se encuentren los puntos controvertidos para satisfacer los intereses de ambas partes.
Se ha dicho respecto de los representantes de oposición que a pesar de la falta de voluntad cuando estén en la mesa se enfrentarán a negociar y a dialogar.
El proyecto de ley está parado, entra en su etapa de concesiones. Esta iniciativa es tan importante sacarla adelante y encontrar la aprobación, que todos tendrán que ceder.
Biden reconoció que no podrán aprobar el proyecto de ley de forma rápida, pero se resolverán las diferencias y avanzarán en el plan social.