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Los retos que tienen la ALDF de cara a la conformación de la Congreso Constituyente.

Sesión en la ALDF
Foto: Cuartoscuro
Laura Quintero
Columnas
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Hecha la declaratoria constitucional de la reforma política para la Ciudad de México, debemos decir adiós al Distrito Federal y darle la bienvenida a la Ciudad de México, capital de la República, residencia de los poderes federales, que arranca las tareas para integrar el Congreso Constituyente que habrá de darle vida a una Constitución propia en la que tendrá un papel preponderante la actual Asamblea Legislativa, la cual tendrá que modificar y adecuar las leyes que han salido en beneficio de los ciudadanos.

El diputado José Encarnación Alfaro, del PRI, presidente de la Comisión Especial para la Reforma Política, dice que “aun cuando pretendían que legisladores locales participaran en el Congreso Constituyente, no se logró en las negociaciones. Y era más importante que se concretara la reforma que la participación nuestra. Pero la ALDF va a trabajar en este periodo, mientras se integra el constituyente, en los derechos que deben ser consagrados y justificados en la nueva Constitución”.

Esa es una tarea de titanes, ¿eh? Tendrán que trabajar duro, quienes lo deseen, que es la mayoría, aunque los que llegaron de un nuevo partido pareciera que solo tienen instrucciones de obstruir los trabajos de la Constitución que dará nuevas atribuciones a la Ciudad de México para beneplácito de sus habitantes. ¿Cómo ve?

Precisa el legislador tricolor que “todo aquello en que se ha avanzado en materia legislativa, de libertades y derechos adquiridos por los ciudadanos, no puede perderse. Y tenemos que proponerle al Congreso Constituyente la organización territorial, los criterios para establecer los límites territoriales de las nuevas alcaldías.

Debemos aportar para la propuesta constitucional del jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera. Y en cuanto se apruebe la Constitución, la ALDF continuará con otro tema de gran importancia: las leyes electorales”.

O sea que esta VII Asamblea tiene que trascender por el trabajo que deberá realizar para la nueva Ciudad de México. ¡Qué oportunidad para sus integrantes! Porque de ellos dependerá el funcionamiento del futuro Congreso local. Sus atribuciones, pues.

Esta Asamblea, dice Alfaro, “elaborará las leyes electorales, también las leyes que regirán la administración pública de las alcaldías y con las que funcionarán el Poder Legislativo y el Poder Judicial de la Ciudad de México. Prácticamente, nos dan atribuciones que le corresponderían al Congreso de la Ciudad, ya que se trata de construir las bases fundamentales para el funcionamiento de los poderes de la nueva entidad. Y para las elecciones. Es una tarea extraordinaria”.

Vaya que si tendrán trabajo. Y a marchas forzadas, por los tiempos tan reducidos que se marcaron, puesto que la Asamblea dejará de funcionar en cuanto se publique la Constitución en el Diario Oficial, lo que se estima ocurrirá allá por febrero de 2017. Los legisladores tienen poco tiempo para cumplir con todas sus tareas, pero lo harán, porque al fin obtuvieron lo que durante muchos años habían deseado: la reforma política que convertirá en ciudadanos de primera a los capitalinos. ¿Qué le parece?

El bolso de Laura…

Y se comenta que el Congreso Constituyente sesionará en el antiguo recinto del Senado de la República. Que no necesitará cuantiosos recursos. Los apoyos que habrá de requerir, se dice, son más bien de logística administrativa y apoyo parlamentario. Se presentará al pleno de la Asamblea una propuesta y serán los diputados locales quienes decidan. Se avecina una interesante discusión. Y si no, veremos…

Los morenos ya no saben cómo poner piedritas en el camino del aún jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera. No solo andan recabando firmas para echar abajo el nuevo Reglamento de Tránsito, sino que ahora cuestionan el contrato con la empresa Auto Traffic. Lo curioso es que a esa empresa el tabasqueño, cuando fue jefe de Gobierno, le compró los primeros radares para levantar multas. ¡Y nadie lo cuestionó! O sea que la conoce. Y como anda en busca de votos, pues hay que irse por la descalificación. ¡Es su estrategia! Y dicen que genio y figura…