La Ciudad de México genera a diario más de 14 mil toneladas de residuos de construcciones y demoliciones que van a tiraderos clandestinos, barrancas y mucho hasta el drenaje, por lo que se propusieron en el Congreso local cuatro iniciativas de impulso al reciclado, para lo que se establecerán plantas autorizadas por la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema). ¿A poco no es buena idea? Diría que genial.
Claro que para lograrlo se requiere reformar las leyes Ambiental de Protección a la Tierra, de Residuos Sólidos, de Desarrollo Urbano, de Obras y Orgánica de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, para que las personas físicas y morales que realicen obras de construcción o demolición en la ciudad recolecten y transporten los residuos generados a las plantas de reciclaje autorizados por la Sedema.
La ley de residuos para todas las obras de construcción, ya sean públicas o privadas. Se utilicen exceptuando los elementos estructurales de edificación. Materiales reciclados de residuos de la construcción y la demolición. De conformidad con la Norma Ambiental de la materia”.
En mínima cantidad, pero hay lugares que venden el material reciclado a un menor precio, por lo que esta propuesta sin duda se aprobará.
“Hay que reformar la Ley de Desarrollo Urbano con el objetivo de que la policía vigile, en coordinación con las autoridades en materia ambiental, que el transporte y la disposición final de los residuos de las construcciones o bien las demoliciones se realicen de acuerdo a lo que establezca la reforma. Porque muchos prefieren lo más cerca o lo que salga más barato”, explica el diputado Jesús Sesma Suárez, coordinador de la Alianza Verde en el Congreso local.
Además, “se pretende desarrollar una plataforma digital de residuos de la construcción y demolición que permita conocer el origen, ruta y destino final de esos desechos. Y para quienes no cumplan con la ley se establecerán multas que irán de 48 mil a un millón 800 mil pesos cuando se trate de microgeneradores. Ya para pequeños y grandes generadores subirán las sanciones de un millón 900 mil hasta cinco millones de pesos”, puntualiza Sesma.
Tiene razón, porque algunos transportistas van a tirar los desechos a tiraderos clandestinos y las muy socorridas barrancas debido a que no hay lugares específicos para depositarlos, como los que se proponen en las iniciativas presentadas. Y que la policía vigile equivale a obligar a que el cascajo llegue a los sitios destinados para el reciclaje. Nada de que se quede a medio camino, pues serán sancionados. ¡Qué bien!
El bolso de Laura…
Ahora déjeme contarle que a partir de cada elección habrá un diputado migrante electo. Esto luego de que todas las fuerzas políticas en el Congreso local votaron para elevar la diputación migrante a rango constitucional. Dicho legislador debe ser electo por mayoría relativa. Ahora, para que la figura se aplique a todos los estados de la República, los diputados federales deberán presentar la iniciativa y aprobarla para que quede plasmado en la Constitución. Ojalá sea pronto… Ante la necesidad de crear nuevas plazas que den empleo a muchas personas que no han recuperado su trabajo luego de la pandemia, el Congreso de la CDMX hizo un llamado a todas las alcaldías para que impulsen a las cooperativas. Se pretende que las 16 demarcaciones permitan que ese sector participe en licitaciones y contratos de bienes y servicios, como lo establece la Ley de Adquisiciones local. Las Sociedades Cooperativas tienen nula oportunidad de participar en alcaldías, porque cuando se trata de adquirir un servicio o comprar algún producto, la mayoría de las veces se prefiere consumir productos de empresas privadas. Si las ayudan más, pronto habrá de reactivarse la economía que tanto necesita la ciudad. Interesante, ¿no?...